Envejeciendo no, madurando en lo que es vivir, sí.
volvemos con unos amigos de fuera, queremos mostrarles como eran los restaurantes en los 80, finales de los 70.
el precio no es el de entonces, por suerte de todos, pero hay una metodología, un saber hacer, una veteranía, que se mantienen impertèrritos ajenos al paso del tiempo.
como decía en mi comentario de hace un lustro, restaurante tradicional con cerca de 40 años de historia.
paredes blancas, con forro de madera (como poner parquet pero en las paredes, en los 70 era la locura!!), mesas de madera, manteles dobles, tela abajo, papel arriba, cristalería, loza y cubertería sencilla y resultona.
estan dentro de lo que sería una "comunidad" de apartamentos, con lo que "da para lo que da" el tema "arquitèctonico"
servicio ágil y atento, sin aspavientos ni falsas servidumbres mal desarrolladas.
no hay cultura del vino, tienen una carta corta pero correcta y una más que excelente relación calidad precio, teniendo en cuenta que estan a 300 mtrs de la arena.
la comida está muy bien cocinada, tiene la calidad que le pertoca (tampoco venimos a comer gamba del Serrallo o de Dènia), en buenas cantidades y a un precio más que correcto....
sigue siendo un local fantàstico y ultra recomendable.