Reservamos mesa tras encontrar una referencia en la guía de Margarita Puig

Reservamos mesa tras encontrar una referencia en la guía de Margarita Puig y comprobar los comentarios positivos de foreros de Verema.
A nosotros Gracia no nos entusiasma, pero fuimos para después ir de copas por la zona.
Restaurante chiquitín hiperaprovechado. Mesas juntas que permite "germanor" con las parejas colindantes. Detalle que siempre va bien sino tienes conversación con tu pareja ;-)
La comida correcta: ensalada de verduras con vinagreta de piñones y beicon, merluza plancha aceptable y carne de canguro que a mí me recordó mucho la ternera correosa. De postres yogur griego y para beber un vino aragonés aceptable.
Vasos batalleros, el mismo para el vino que para el agua. Pedimos otros vasos para el vino y nos trajeron la copa de Europa, eso sí algo más fino el cristal que las del agua. En decir cristalería floja.
El vino estaba algo caliente, pedimos que nos lo enfriaran y nos lo devolvieron igual que se lo habían llevado.
Desde las mesas ves la cocina que es abierta, aunque sólo se les ve la parte superior. Supongo que es más un ventanuco para pasar los platos que una cocina abierta al público.
Los lavabos con una casita de madera a lo Antonio flores. Curiosamente el de hombres el doble de grande que el de mujeres en el que a duras penas puedes encajarte.
No vi el segundo comedor.
Resumiendo: Correcto sin más. No me disgustó, pero no correré para volver.