Cocina india contemporánea

Pude leer antes del viaje que este restaurante intentaba dar una imagen más contemporánea de la cocina india. La carta es lo bastante amplia para incluir cocina con aires más modernos y cuidadas presentaciones, además de platos tradicionales cocinados con el clásico tandoor.

Restaurante situado en el hotel Courtyard by Marriot. Un único salón bastante amplio, con buena separación entre mesas pero con sillones algo incómodos. Escasa iluminación, como intentando dar un ambiente íntimo, acentuado con la música de un joven que discretamente toca varios instrumentos tradicionales interpretando música de fondo repetitiva y mística muy agradable.

Servicio atento y profesional.

Detalles de la casa como un chutney de mango (algo picante pero riquísimo) y otro de menta.

Cena para uno solo:

- Jhinga Pakora: Tres langostinos hermosos y frescos soberbiamente rebozados con harina de garbanzos y con el resultado de una cubierta fina y crujiente riquísima (de color anaranjado probablemente por azafrán). Me propusieron tomarlo con un poco de chutney de tomate y cilantro.

- Jafraani Murgh Tikka: Trozos de pollo deshuesados y asados. El pollo se deja marinándose durante unas 12 horas con azafrán, jengibre y ajo. Muy sabroso y con sabor de fuertes contrastes difíciles de describir.

- Gajjar Ka Halwa: Un postre elaborado a base de zanahoria y mantequilla clarificada (¿?). Un postre de sabor delicado y original. Muy rico.

Sin carta de vinos, por lo que solo tomé agua.

Precio total: 33€ (incluido tasas y botella de agua de litro y medio 5.50€; no cobran servicio).

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con tasas y servicio incluidos y sin bebidas.