En un moderno complejo cerca de la A-43, encontramos este restaurante cuya sala principal es luminosa, amplia, limpia y decorada con motivos vinícolas.

Cocina tradicional manchega a la que intentan dar comedidos toques de autor.

•Mollejas fritas con ajos
•Asadillo manchego con coulies de atún
•Codillo salmarinado al perfume de Jerez
•Arroz con leche

Una correcta comida, esperábamos menos de lo que obtuvimos. Todo muy "natural", casero. Las mollejas, ricas, el asadillo mejorable, el codillo realmente tierno y el arroz con leche pasable sin más.

En cuanto al tema vinos, más ruido que nueces, pero tomamos dos copitas de vinos de la zona Yugo Airén 2012 y Yugo Tempranillo - Sirah - Merlot 2012. El tinto estaba para disfrutarlo, pero había que conducir...

Servicio muy amable, un tanto "despendolao".

Si vas por esa carretera y no te quieres alejar mucho ni perder excesivo tiempo, una aceptable opción.