Eran muchas las expectativas que tenía depositadas en el Nou Manolín y si bien el Restaurante es bueno y todo fue correcto salimos con una extraña sensación.
Primero estuvimos un rato en la planta baja tomando unos vinos y haciendo algo de tiempo para cenar. Tienen una barra impresionante y también cuentan con un buen número de referencias para chatear. Nos resultaron algo abusivos los precios que cobran por los vinos en copa, pero bien estamos en el centro de Alicante y el local y el ambiente lo merecen. La barra es mítica y los productos frescos son excepcionales.
Luego en torno a las diez subimos a cenar a la planta superior y lo que en primer lugar te sorprende es el tamaño de la sala es gradísima. Decoración correcta. Servicio muy correcto.
De aperitivo un chupito de crema de verduras caliente, a compartir una tapa de alcachofa rellena de foie y unas Patatas con Pimientos de Padrón y Jamón Ibérico ( Nada del otro mundo) y luego un arroz con gamba y atún rojo. Tienen una carta de vinos bastante generosa y buena y a unos precios muy moderados.
Raciones grandes y precio no especialmente elevado, pero francamente puedes comer lo mismo en otros sitios. Yo esperaba una diferencia un algo y no lo encontré...