Buen cordero

Restaurante en el centro de Alcalá en el antiguo barrio árabe, a espaldas de la calle principal y a la altura de la rehecha y supuesta casa de Cervantes, en un edificio que antes fué religioso (de ahí el nombre) y ahora habilitado como restaurante con cierta distinción.
Techos altos (tan altos como la iglesia), decoración clásica, copa, manteles, servicio... de cierta clase.

Unas cervezas de inicio y el agua mineral consiguiente. En vinos de inicio blanco verdejo Monte Blanco 2012 muy básico y luego tinto con un clásico bien conservado Ramon Bilbao reserva 2006. Buen servicio del vino siempre pendientes de rellenar copa.
Entradas al centro a compartir un jamón ibérico aceptable con pan especia tostado y algo de tomate triturado. Foie micuit de oca en salsa de arándanos y naranja amarga bueno. Hojaldres de queso de cabra con pan de sésamo muy aparentes pero básicos de sabor. Muy buenos, grandes y muy tiernos espárragos trigueros a la sal que hubo que rebajarles la dosis de sal superficial. Buenas y sabrosas croquetas de la casa.
Plato principal: pierna de lechal. Bien en su punto de horno aunque los extremos quedaban algo secos; se pudo mejorar con una muy buena salsa acompañante.
Postre: pastelito de bizcocho a la canela con crema de chocolate y piña natural con aceptable ensamblaje de todos los elementos.
Cafés e infusiones, sin extras añadidos.

Un sitio para no fallar pero con pocas posibilidades de enamorar. Cena de final de congreso con más de 100 asistentes, por lo que desconozco detalles de cartas, precios. A la vista se veían vinos de corte clásico.