Un buen chigrin

Un chigrín es ese local (bar, restaurante, cafetería, sidrería...) que cumple cercanía, producto local, elaboración casera. trato de cercanía, etc.. Es estar casi como en casa.
Pues este local lo cumple y un poco más. Reciben con copa de sidra espumosa (a modo de cava) Emilio Martinez muy agradable.

No está nada cómodo de llegar por carretera, pero merece la pena el desplazamiento. Elegible mejor la terraza en verano, buena presencia con mantel, copas, anchas mesas, buen servicio aunque algo lento en el inicio (luego mejor).

Buen pan. Buen aceite (Trioliva). Un par de aguas medianas de Solan de Cabres. Un blanco local: Nibias nº 4, de VC de Cangas, demasiado simple, bien servido de temperatura, dado a probar y a la enfriadora. Nada más de alcohol por la dichosa carretera.
Una carta de vinos mejor que restaurantes de alto caché, en la que hay Pingus, Tinto Valbuena, tc..

Un menú que me llamó la atención: Menú solo de cuchara. Todos los plato se comen con cuchara. Consiste en arroz caldoso mar y montaña, pote de berzas con fariñona, callos y leche presa y borrachinos (sin bebida) por 20€.

Cuatro para comer. Unos primeros para compartir al centro de las especialidades de la casa:
. pastel de puerros con ali oli casero con pan gratinado, muy suave
. sardinas de Avilés en aceite y vinagre, seis lomos; hechas como boquerones pero con más presencia y sabor. Buen invento.
. media de croquetas de compago: algo flojas, seis unidades.
. media de callos: muy buenos, troceaditos y para tomar con cuchara.

Para segundos, su especialidad: arroz de pitu de caleya. Nos recomienda que pidamos solo dos raciones para los cuatro y aceptamos un poco preocupados. Pues sobró para llevar a casa. Increible, pero lo mejor es lo bueno que estaba; servido al centro, buen punto de arroz meloso, con cebolla sofrita (abundante), quizás un poco de aceite de más, con un gran muslo en el centro además de trozos repartidos entre el arroz. Muy recomendable.

De postre un tiramisú de leche presa (como si fuera cuajada). Muy bueno, amplia ración. Compartimos entre los cuatro porque la reserva se encendió.
Café de puchero por cortesía de la casa.

Un sitio que merece la pena desplazarse, con una cocina casera pero interesante de producto y a buen precio. Tiene además tienda donde comprar producto. El cabo de Peñas en la cercanía es una buena excusa.

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