En Majadahonda pueblo, en zona Ermita, encontramos este animoso local.

Consta de una sala que hace de bar-restaurante y de una terraza anexa habilitada para ser usada en invierno.

Decoración moderna, mucho ambiente.

Cocina nacional, con variadas referencias de diversas regiones, basada en el "picoteo". Raciones o medias raciones, aquí llamadas "tanteos".

Cenamos:

•Salmorejo con cebolla caramelizada y virutas de jamón
•Alcachofas confitadas con jamón y ajitos
•Albóndigas de ternera
•Huevos con chanquetes
•Queijo azeitao

Bien, todo rico, con fundamento: el salmorejo cremoso; las alcachofas tiernas; las albóndigas sabrosas; los huevos con chanquetes deliciosos, con los huevos fritos abajo, cubiertos por una montañita de chanquetes en su punto de fritura; y, para finalizar, el queijo Azeitao, que estaba de muerte.

Carta de vinos correcta, clásica. Tomamos un Emilio Moro 2009 que estaba de miedo, tratado discretamente y un px corriente que fue bien con la torta portuguesa.

Servicio joven, educado, respetuoso, voluntarioso, que no tenía mucha preparación pero que la suplía con las cualidades citadas.

Un buen lugar para cenas informales.