Almuerzo rapido para 4 personas en esta agradable masia en la que , en mi opinion, no acompaña su ubicación casi dentro de un poligono industrial. El restaurante es amplio y a pesar de ser un dia laborable se encontraba a mas de la mitad y no solo con comidas de trabajo sino tambien familiares por lo que pude observar.
El servicio es clasico. Es decir animando a probar platos, conocedores de la cocina y con esmerada atencion. Dos de los comensales acuden con cierta asiduidad.
Lo que menos me gustó fue la carta de vinos, algo clasica y con unas representaciones de Cataluña mas bien pobres que hizo que nos decantaramos por un correcto Dido que decantaron previamente (nunca entiendo estas cosas…).
En cuanto a la comida compartimos al centro:
- Jamon iberico. Bien cortado . Bueno
- Carpaccio de bacalao sobre fondo de tomate . Bien
- Colas de langostinos con tomate. Este plato nos lo recomendaron pero fue en mi opinion flojito. Por otra parte el tomate , creo que estaba algo confitado, daba un gusto similar al del plato anterior por lo que no me impresiono

Todo ello lo acompañaron conun buen plato de pan tostado con tomate. Riquisimo

Como plato principal pedimos la especialidad de la casa que llaman “filete al estilo Roca” Roca debe ser el dueño. Se trata de una pieza entera que parece solomillo aunque yo creo que es un tournedo y que asan al horno bien recubierto de pimienta y quiza alguna otra especia. Lo filetean una vez presentado. Estaba bueno pero tampoco me parecio algo inolvidable. Acompañan de varias guarniciones: berenjena rebozada, patatas fritas , pimientos de padron y alcachofas fritas. Esta ultima la mejor ya que las demas estaban algo aceitosas.

Tomamos como postre unas buenisimas fresitas silvestres con crema y una persona pidio un coulant.

Terminamos con cafes. No sé lo que se pago pero estimo que no menos de 50-60 € por persona.
Lo veo opcion si se está por la zona y especialmente para una comida mas cuidada estando por motivos de trabajo con poco tiempo ya que de otra forma, creo que mereceria la pena desplazarse algo mas y buscar otras opciones por el area del Montseny.

Está ubicado en una masía de principios del siglo XX a la entrada de la población de la Ametlla del Vallés, frecuentado por empresarios de la zona ofrece además de la carta y el menú diario un menú que denominan gastronómico, fué por este por el que nos inclinamos.
Los primeros una ensalada de vieiras y unas judias con almejas, el segundo solomillo al estilo Roca, traen a la mesa la pieza de solomillo lo cortan en rodajas en la mesa y lo emplatan añadiendo un poco del aceite y del jugo del propio solomillo que ha desprendido en la cocción.
De postre un pastel de chocolate con helado de vainilla.
El menú incluye agua y una botella de cava Segura Viudas.
Un café y una infusión.
Servicio atento y profesional y seguramente con años de servicio en el mismo local.