Conseguí aún no se como, una mesa en el Bulli. Llevaba años intentándolo, pero esta vez hubo suerte. La reserva era para las 8 de la tarde, y a las 7 y media nos abrieron las puertas del templo. Habia gente que venia de Estados Unidos "sólo" para cenar allí, ya que también les costó poder reservar. Habia gente de todo tipo, no era necesario ir bien vestido y parecer saberlo todo para estar allí. Lo primero que hacen es darte la bienvenida y enseñarte la cocina, presentándote personalmente a Ferrán Adriá, incluso la persona que nos guiaba se memorizó mi nombre y me presentó a Ferrán como David Vela (todo un lujo). Después te acompañan a la mesa, seguramente ya sabiáis, el Bulli en cuanto a decoración, es mas bien clásico, pero con detalles de un restaurante de primer nivel (manteleria, cuberteria de plata y diseño, copas Riedel, platos de diseño vanguardista, etc.). Y el tamaño, por desgracia, es bastante reducido, para unos 50 comensales. Hay mas gente trabajando que disfrutando (o no?)
Lo mejor, es la legión de camareros que te atienden, gente de distintas procedencias, con una cultura a la altura y una profesionalidad fuera de lo común, y lo que más les engrandece, es su humildad y cercania. Te hacían sentir cómodo, como en tu propia casa. Una vez en la mesa lo primero que hicieron fué confirmar que no teniamos alergias a ningún alimento, cosa que por mail ya nos preguntaron, y también querian saber si habia alguna comida en especial que no nos gustara, es decir, el menú degustación se podia adaptar a tu gusto. Es la primera vez que estoy en un "tres estrellas", pero me sorprendió, que hubiera una cubertería exclusiva, por cada mesa (y por supuesto de plata).
Empezamos con los platos:
Los cócteles de bienbenida (cada 2 o 3 minutos traían un plato)
1- Fresa con Campari (se comia en dos bocados)
2- Flauta de Mojito y manzana.La textura y sabor eran impresionantes.
3- Almendra-fizz con amarena-LYO (era una espuma con vodka, Amareto, soda y leche de almendra, con una cereza liofilizada (por congelación extraen el agua de la cereza))
Los primeros:
4- Empanadillas de alga nori (con la que se hace el sushi) con base de sésamo y cítricos (se comia en dos bocados). Uno de los mejores platos para mi.
5- Porra liquida de avellana
6- Doritos de maiz (por supuesto hechos por ellos)
7- Raviolis de pistachos
8- Avellanas con frambuesa
9- Porras de queso parmesano (riquísimas)
10- Chip de aceite de oliva (de lo mejor)
11- Granizado de Bloody-Mary (solo se comia lo de arriba)
12- Corteza de bacalao con espuma de miel
13- Tortillita de camarones
14- Langostino hervido
15- Gamba con dos cocciones, la cuchara es el concentrado de la cabeza de la gamba, que se bebia primero, y de la gamba se comian hasta las patas. Otro de los mejores para mi.
Los Segundos (eran las 20:40, y ya llevábamos 15 platos, la sincronización en el servicio era perfecta, por que aunque parezca que iban demasiado rápido, el tiempo era el ideal entre plato y plato)
16- Pechugas de Codornices con escabeche de zanahoria y diferentes especies
17- Cardamomo tostado (este plato no se comía, solo se debia oler al comer los siguientes)
18- Canapé de tordo (un pájaro, para el que no lo sepa (yo no lo sabia))
19- Costillitas de tordo
20- Capuccino de caza (era una espuma con sabor a carne de caza).
21- Tártar de tomate, (con escamas de hielo encima)
22- Tiramisú japones de diferentes texturas
23- Cerillas de wasabi con Soja
24- Crema de caviar, con caviar y caviar de avellanas. (teniamos que adivinar, cual era cual y no era tan fácil)
25- "drap" de Tartufo (Trufa), se debia de oler y luego comer, junto con el siguiente plato.
26- "macaron" de parmesano
27- Blini de queso Saint Felicien, donde pusimos la trufa del plato nº25
28- Llangueta templada (es parecido al chanquete), nos las templaron "in situ".
29- Angulas (que no las "gulas" del norte) al vapor (no las habia probado nunca, y están de muerte).
30- Almeja negra, junto con su agua (se bebe primero su jugo, y luego se come la almeja)
31- Lulo (fruta sudamericana) con "ceviche" (es un cocido) con molusco y un majado de cilantro
32- Taco de Oaxaca (México), con aguacate y cilantro
33- Gazpacho y ajo blanco. La parte del centro era el gazpacho, lo que hacen es congelarlo, y al descongelarlo lo decantan, para separar la parte sólida y líquida del mismo, y así se quedan con la parte sin color y con todo el sabor, que vuelven a congelar. De los platos que mas nos gustaron.
34- Papillote de endivia al 50%, con nueces tiernas y caviar de aceite de oliva.
35- Ostra con Becada (pájaro, cosa que no sabia)
36- Becada con Ostra, lo mismo pero al revés
37- Rissotto de moras con salsa de liebre.
38- Ravioli de liebre con su boloñesa y su sangre, nos sirvieron una copa en la que nos decían que estaba la sangre de la liebre. Pero realmente era una reducción de remolacha, con alguna hortaliza mas.
Y comenzamos con los postres....
39- Fresas calientes con consomé de liebre
40- Castañas miméticas (lo parecen pero no lo son)
41- Terrones de azúcar al té y lima, con un dosificador añadiamos aceite de oliva al gusto, a cada uno de los terrones.
42- Nem Floral. Postre riquísimo.
43- Coca de vidre
44- Filipinos rellenos de líquido de coco.
45- "Pets" de fresa y praliné
46- Caja de chocolates, todos artesanos y realizados por ellos, y de un tamaño brutal!!!
Durante estos platos, bebimos dos vinos blancos (mas fáciles de maridar con tanta variedad de sabores). El primero era Un Riesling de Alsacia (Les Elements 2008), que me decepcionó bastante, ya que buscaba un vino con mas textura y aroma, y este se mostró muy plano. El segundo era un Côtes-du-Rhône, con viognier, Marsanne, Clairette y Bourbolenc (Coudolet 2005), este si alcanzó mis espectativas, ya que se mostraba mas graso y maduro que el anterior. Para acabar continuamos con un tinto un La Grange des Pères 2001, al que no le costó mucho abrirse, fué acertada la decisión del Sommelier.
Luego con los postres, bebimos dos rarezas... un Malvasia de Sitges (si, si de Sitges), de limitadísima producción, sólo queda unas 3 hectáreas de producción en el hospital de Sant Joan Baptista.
Y el otro es un Pedro Ximénez Noé de González Byass (un vino con mas de 30 años de crianza).
Luego acabamos en la terraza (con el frio que hacia), escuchando el romper de las olas del mar, bebiendo Grappa y fumando un Habano Trinidad edición limitada 2010, que estaba riquisimo.
Es una obra maestra de la gastronomía, siendo crítico, y debes ir con una mente abierta y preparado para descubrir, por que para eso es el Bulli, para descubrir. Para el que piense que se queda con hambre se equivoca de principio a fin. Y el ambiente es de lo mas acogedor y cálido. Al contrario de lo que el mejor restaurante del mundo (aunque este año no lo sea) pueda parecer transmitir. Ferrán Adriá es un artista, y uno de los mejores cocineros del mundo, más aún, es un creador, y lo hemos comprobado, y El Bulli es un restaurante para vivirlo intensamente, sin complejos y la mente abierta.