Un feliz reencuentro

Hacía más de doce años que no había estado en este modesto, pero muy interesante, restaurante del Madrid de las Letras, y he de reconocer que la vuelta no ha podido ser más afortunada. En el pequeño vestíbulo de barra muy escueta hay dos acuarelas de los fundadores (1954) Aurora y Juan, y a este último le recuerdo perfectamente, siendo su hijo quien sigue al frente de algo más que una casa de comidas gallega. Como no tiene críticas en Verema me esmeraré en hacer una pequeña descripción del restaurante, donde no vamos a encontrar nada extraordinario, con unos percheros de pie, de madera, con ganchos para admitir varias prendas, un comedor alargado con un pequeño altillo y las mesa dispuestas en dos filas, con cierta proximidad pero sin atosigar. En las paredes lo que más llama la atención unos carteles antiguos con la historia, plano y datos de las cuatro provincias gallegas, a modo de orla dedicada a cuatro paisanos ilustres. Servicio muy eficaz y amable, como corresponde a un lugar de entorno familiar. La comida, un sábado, con el restaurante a reventar, donde había turistas, familias, visitantes asiduos de diario o el caso nuestro, comida de familia de cuatro. La carta amplia pero sin abrumar, donde perfectamente separados encuentras entrantes, huevos, carnes, pescados -no vi mariscos- y postres. Del vino tampoco puedo decir nada, ya que consumimos dos botellas de agua de litro (2,30 €) y dos cervezas Alhambra 1925 en copa de tubo helada (2,84 €). Uno de los comensales pidió el menú "Mercado ranas" que consistía en un aperitivo de la casa (unas espectaculares lentejas en vinagreta), unas gambas al ajillo (muy sabrosas), gazpacho o salmorejo (elegido este último no resultó muy correcto); lubina al horno o carrillada de ternera (opción del pescado muy correcta), tarta de la casa o crema de orujo (elegido este último, ver foto, muy bueno), café y chupito de orujo, todo por 20 €. A la carta (con un pan gallego más que bueno y del que sirven únicamente dos raciones a 0,69 c/u)los entrantes fueron unos muy buenos pimientos de padrón (7,84 €), pulpo a la piedra con cachelos (16,17 €) que a mí no me entusiasmó -a la gallega lo encuentro más apetitoso- pero mis compañeros sí decían que estaba muy bueno y un plato de verdura natural, hervida, (3,53 €) correcto. Los contundentes segundos, los tres de gran altura según manifestaron "los carnívoros" rabo de toro (11,71 €) "una receta de Córdoba trasplantada a Galicia" y una carrillada de ternera (12,54 €) abundantes en carnes y espléndidas patatas fritas, muy recomendables. Yo me decanté por una de entre las preparaciones de la merluza que ofrecen, la gallega (17,93 €) de gran calidad el medallón (ver foto "deconstruido") y con unos cachelos en su punto. Concluímos con dos buenas raciones de una más que correcta piña natural (3,77 € c/u) y la ya referida crema de orujo, celebrada por todos los que metieron la cuchara. Recomendable al cubo y prometo no dejar pasar otros doce años.

  • La crema de orujo

    La crema de orujo

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