Inauguración flamenca

Después de varios meses con el cartel de "próxima inauguración" por fin pudimos asistir al estreno de este local el pasado jueves diez de enero. La idea es sencilla: un local de tapas donde escuchar flamenco. La puesta en escena también lo es: un local amplio y sin lujos. Decoración sencilla (me llamó la atención las paredes y techo con lo que me pareció la imprimación ignífuga con una capa de pintura) sin apenas elementos kitsch, tan abundantes en los locales de este tipo que he visitado. Mobiliario y menaje sencillos. Servilletas de papel. Servicio atento y, dentro de las limitaciones de una sala atestada el día de la inauguración, servicial. Iluminación algo escasa, especialmente durante la actuación. Carta de tapas (yo más bien diría raciones o medias raciones) con predominio de las típicamente andaluzas y unos 15 vinos de los que se pueden encontrar en el super. Un par de opciones de generosos: Manzanilla La Guita y Fino La Ina. Aunque en la carta no lo pone, nos informaron que se podían tomar a copas.

Tomamos unas tapas para compartir:

- Un par de mejillones al vapor con picadillo de cebolla y pimiento, tapa que nos pusieron con cada bebida. Mejillones pequeños (alguno de un tamaño realmente exiguo) y faltos de aderezo. Mejoraron muchísimo con un poco de aceite, limón y sal.
- Unas bravas (4,50€) como a mí me gustan: blanditas, ligeramente aceitosas, con sofrito de tomate ligeramente picante y allioli. Aunque estoy seguro que a mucha gente no les gustarían, personalmente me encantaron. Prácticamente como las hacemos en casa.
- Chocos (7,90€) de sepia. Pongo lo de sepia porque en Barcelona suelen ser de calamar. Muy tiernos y sabrosos.
- Boquerones adobados y rebozados (6,90€). Faltos de adobo para mi gusto pero muy bien fritos.

Las cantidades, suficientes para llenarnos mi mujer y yo, aunque echamos en falta unos pocos boquerones más.

Para beber, una caña (a 1,-€ + tapa por ser la inauguración), un par de copas (vasos de zurito, no sé si por falta de copas o si será la costumbre) de manzanilla, que no nos cobraron por no estar disponible el precio en el tablet con el que los camareros tomaban nota, y un cortado (1,30€) correcto.

Aparte de la caña de cerveza, el resto de precios entiendo que son los que habrán en adelante. Me pareció más bien barato. Buen precio para lo que dan, espectáculo incluido. Si nos hubiesen cobrado la caña a precio normal (1,90€, según consta en la carta) y el par de vinos, supongo que hubiésemos salido por un par de euros más por persona.

Aunque hubo bastantes errores y carencias, muchos de ellos sin duda debidos a la aglomeración de gente que se produjo y que obligó a hacer dos turnos de comida, entiendo que los irán corrigiendo a medida que se vayan rodando. Uno de los errores que me parece más interesante enmendar es el existente entre los folletos que había en la entrada del local y las cartas del interior, ya que, gazapos (como el del "Encebolado de sangra") aparte, la oferta de los folletos es bastante más amplia que la de la carta.

El espectáculo, según mi mujer, que es la que entiende de estos temas, muy bien. Por mi parte, sin mis gafas y sentado en el extremo opuesto al escenario, solo puedo decir que me gustó la ausencia de trajes cordobeses y de faralaes, aunque no soy nada aficionado a comer con música a todo volumen y en penumbra.

Salvo por el toque tan barcelonés que pusieron los camareros sudamericanos (no sé si tuvo algo que ver el que hubiese, pocos días antes de la inauguración, un anuncio donde buscaban cocinero y camarero), me ha parecido el local de flamenco más auténtico que he visitado fuera de Andalucía. Espero que vayan afinando y les deseo lo mejor.

Sólo puntúo la comida por puntuar algo, ya que calificar el local el día de la inauguración no lo encuentro nada oportuno. Les daremos un tiempo antes de volver, a ver qué pasa. Más información en http://www.patanegrabcn.com/.