La verdad debo de tener guardadas un par de fondues, que en su día compre con la sana intención de usar, pero que están nuevas, así que cuando surgió la opción de ir a comer a este restaurante me anime, fue por las fondues que cogi el bono.
El local es sencillo, no dice nada, tiene pocas mesas, que tardaron en llenarse, sobre todo por parejas de gente joven.
La oferta tenía dos vasos de sangría, como estaría para que dejásemos uno, pedí la carta de vinos, de los tres blancos, uno no tenían y otro , que era txakoli vizcaíno , era de alavés , así que empecé a mirar los tintos , y pregunte por uno joven , ya no me fiaba y pregunte cual era , no me acuerdo que nombre me dijeron , pero la añada 2009 , así que me anime y pedí un gran reserva de cruzcampo .
De primeros, queso de cabra con cebolla y jamón, el típico rulo , pero en vez de estar tostado, estaba caliente, como si hubiese pasado por el micro ondas, bueno a mi el queso me encanta, así que me lo comí, estaba bien.
A mi mujer le sacaron uno pates, correctos, sin mas, para mi no tenían mucho sabor.
De segundo, una fondue de carne de buey y de cerdo, bueno buey no era, pero entre que te entretienes en meterlo en el aceite hirviendo y lo vas untando de salsa , de queso , curry , ali-oli y no me acuerdo cual mas , pasas un rato divertido y estaba rico , por supuesto como a mi mujer no la gusta el queso , y había que pedir para dos , pues pregunte y no había manera de que fuesen individuales , ni aparte del menú , eso si vi como se ponía la gente con la de queso y era una gozada.
De postre una fondue de chocolate, con frutas y algún cacho de bizcocho bastante sosito y la verdad el chocolate, nada fino, tipo paladín.
No nos dio pie a tomar ni café ni nada, preferimos hacerlo en otro sitio.
En conclusión, no puedo comparar las fondues, pues eran las primeras y no conozco otro local en Bilbao que las ponga, pero yo volvería a por la de queso, y por una cerveza para acompañar, y en plan echar unas risas con el sistemita de la fondue, no pediría nada más.