Decepción

Buscando un restaurante donde comer por la comarca de Riaza y Ayllón (zona este de la provincia de Segovia) me acordé que había leído muy buenas críticas en un semanario sobre un local ubicado en el pintoresco pueblo de Madriguera, así que no me lo pensé dos veces y llamé para reservar. El pueblo, de bella factura, presenta una arquitectura muy particular, pues todas las construcciones son de color rojizo debido al tipo de piedra que se utiliza. Lástima que sus calles en ciertos días estén desiertas al ser una localidad de veraneo y fin de semana.

El restaurante, que en realidad es un bar con varias mesas, tiene mucho encanto, con elementos decorativos clásicos que alternan con otros de estética más moderna. La carta es reducida y según indican en ella "casera y creativa". Pedimos de entrantes para compartir varias de las propuestas recomendadas en la críticas que había leído:
-Tacos de salmón salvaje con huevas de trucha (22€): muy agradable
-Jamón de bellota de los Pedroches (22€): estaba bastante seco y algo salado (imperdonable)
-Croquetas caseras de jamón y huevo (9€): no estaban mal

De segundos (cada uno una cosa, pero probé los tres):
-Carrillera de cerdo con patatas (13€): carne muy tierna y rica, pero la salsa deslabazada (sin ligar)
-Bacalao a la Pizarrera (20€): pescado de buen sabor, aunque algo reseco, que llevaba como acompañamiento pimientos rojos (muy ricos) y un fondo con el mismo problema que la salsa anterior (estaba sin ligar)
-Cordero al chilindrón con alcachofas (17€): carne con buen sabor, pero elaboración muy deficiente (¡no se hacen las salsas así!: parecen sopa)

Postres:
-Tarta de queso (3,5€): nada especial
-Crema de turrón de Jijona con nata (5€): muy empalagoso
-Cajita de bombones helados (3€): eran industriales, aunque nos lo indicaron previamente.

Respecto al apartado del vino, disponen de poco más de una docena de vinos, la mayoría de la Ribera, que se sirven en copas que pueden ser para cualquier cosa menos para el vino. Tomamos un Emilio Moro 2009 (25€) del que no pude disfrutar por las copas y la mala leche que me entró cuando vi donde servían el vino.

De todas formas, parece que es un local con bastante éxito, pues casí se llenó y la gente parecía disfrutar. Será que soy un "tiquismiquis", pero yo no vuelvo ni aunque me inviten.

  1. #1

    Gabriel Argumosa

    En general somos todos los que por aqui escribimos "bastante especiales".

    En estas fechas, se nota eso de éxito, con peor servicio, más bullicio, etc.. eso sí, el precio no baja.

  2. #2

    Joseangel

    en respuesta a Gabriel Argumosa
    Ver mensaje de Gabriel Argumosa

    Las navidades son fechas que ponen a prueba la categoría de los restaurantes. Lo correcto y honesto es abrir sólo si vas a ofrecer la misma calidad que el resto del año. De todas maneras creo que en este caso lo que se encuentra uno ahora es lo mismo que el resto del año. Una pena, pues el sitio y el pueblo tienen encanto.

  3. #3

    oscar4435

    Pues no es ni caro , ni barato , pero si lo que te ponen en el plato no esta como tiene que estar , siempre es caro.

  4. #4

    Joseangel

    en respuesta a oscar4435
    Ver mensaje de oscar4435

    Los precios están por encima de lo que se estila en esta zona, pero lo que tú dices, si no hay nivel en lo servido te consideras estafado. De todas formas, en honor a la verdad, las raciones eran más grandes de lo que se considera normal. Casi lo que más me jodió fue lo de las copas. Los propietarios saben que esas copas no son para vino, pero claro, si se rompe alguna prefieren que sea una barata a otra más cara. Saludos.

    Josean

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