Sitio emblemático

Uno de los sitios con encanto de ibiza, en una cala cerca de San José y antes de San Antonio, un restaurante con mesitas en la arena incluso con sillones cara al mar para tomar el aperitivo o el café esperando la puesta de sol que parece hecha para tí.
Mientras llegamos todos y con las fotos de rigor con el mar al fondo tomamos una especialidad de la casa que es la sangría hecha con fruta tropical y cava en lugar de vino, un par de jarritas en copa de cava mientras tomamos el sol en esos estratégicos sillones cara la mar. No son baratas (35€) cada una pero el momento y lugar sobre todo en verano con más calor (aunque hacía bastante) y en lugar de un cava, apetece mucho.

Bebimos además de la sangría especial, 6 de agua. Un blanco Muscat de Sumarroca (como el cava de la sangria) con un punto de dulzor justo; otro blanco x 2 botellas de Savina de Formentera, muy elegante. Habían buenas cosas para escoger en la carta de vinos en el apartado de tintos, pero un error de la camarera que sirvió en exceso cada copa de la primera botella de Savina se acabó sin servir a todos, y obligó a abrir otra igual, en lugar de un buen tinto con que hubiéramos rematado.

Para comer, los 10 más dos niños (en realidad uno ya que la niña se durmió) y al centro tomamos 2 de ensalada con una salsa aceptable tipo vinagreta pero con algo más que no supe encontrar; 3 raciones de calamar plancha regular y servido troceado (?); 3 de almejas plancha (vapor) de buen tamaño, limpias y bien hechas con abundante ración.
De principales y hechos en paellera al horno: 8 raciones de gallo salvaje y 2 de mero salvaje de especial buen tamaño las rodajas de mero recién pesacado. Todos ellos sabrosos, con la carne en su punto y buen acompañamiento de verduras y patatas al horno.
No hubo postres porque había tarta de celebración que tuvieron a bien servirla con una sonrisa destacable por la propia dueña, Marina, que con sus encantadores ojos azules preguntó más de 5 veces si todo iba bien.

Además nos obsequió con lo que quisiéramos para acompañar los cafés: fueron 5 mojitos, un par de licores de hierbas ibicencas y dudé del gin tonic y me quedé en un ron Pampero aniversario (no había Zacapa) que me abrió la botella.
Precio total 601€ sin contar dos botella de Bollinguer especial cuvé, que se pagaron aparte. No cuento el niño que solo picoteó de todo y de nada.

En verano con más gente y camareros más del momento, el servicio se resiente pero como el entorno es extraordinario y estás comiendo sobre mesas en la arena cubierto de sombrillas, todo te parece mejor. En invierno es un momento para disfrutarlo de otra forma, más centrado en la comida y la bebida.

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Abreunvinito

    Ojo Fer, que ha cambiado de dueños y no es para mejor

  2. #2

    Fer B.

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    Vale, vale... ya me extrañaba a mí alguna que otra cosa ;-)

    Un saludo!

  3. #3

    Abreunvinito

    en respuesta a Fer B.
    Ver mensaje de Fer B.

    En este año, creo, ha cambiado de dueños (ha sido comprado) y el planteamiento actual es más turístico (hacer caja) por las referencias in situ que tengo.
    ¿Has estado recientemente?

  4. #4

    Fer B.

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    El pasado mes. Acabo de subir comentario. Efectivamente, va en la onda que comentas.

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