Como estoy delgadita.....

Cuando leí toda la parafernalia de notas de prensa alrededor de Toto, inagurado no hace demasiado tiempo, ya me dije "ufff ..". Y empezó el carrusel de posts i/o notas de prensa "de los de siempre", con sus: "maravilloso","espléndido"....

Pero separando el grano de la paja, algo me hacía intuir que podía ser soportable. Y me dije "voy a ir" ... tampoco tengo tanto que perder y de vez en cuando necesito alguna aventurilla de estas y aunque alguien lo dude, siempre entro en positivo.

Fui mentalizado de comer correctamente y de ver un local más, del conocido interiorista Lázaro Rosa-Violan, al que a pesar de mis ironías de lugares como Boca Grande, admiro mucho su talento. Aprovecho para decir que el local que prefiero los creados por él, es Big Fish.

La realidad es que el local no me decepcionó y en cambio la comida me sorprendió por su calidad. No me esperaba comer tan bien allí. En cambio me sorprendió y desagradó el agobio de la sala.

Ya sé que puede parecer cruel comentar esto, dado que fui un viernes noche en segundo turno (si. .. va a turnos de momento ..). Y también sé que si hubiera aceptado la invitación, que me llegó de forma indirecta y discreta a través de un blogger de confianza, la perspectiva hubiera sido diferente ... mesa cómoda, bien atendido ...

Pero la gracia de mi blog, es ir de incógnito, que me pongan en un lugar cualquiera y que los agobiados camareros me mal sirvan. Esta es la realidad del lugar. Si voy invitado y/o con previo aviso, el trato es diferente y ya la realidad es otra realidad ...

En diferentes blogs (sólo hay que buscar en Google), he leído crónicas entusiasmadas y un incluso uno se pone "so excited" que ve "mesas colectivas como las table d'hôtes" del país vecino.

La verdad es que encuentro súper morboso leer estos posts "so exited" ... Y que conste que no digo que sean deshonestos ... pero la interacción (y "el papear gratis "), los hace ver otra realidad.

Volviendo al restaurante, ya de entrada hay las mesitas del pasillo de entrada, donde la gente cena mezclados a los que esperan turno. Esto, la aglomeración y las mesas sin manteles ya hizo exclamar la primera frase a Marta ... "Esto es una taberna".

Marta, os diré que se caracteriza por su sentido del humor, muy concordante con el mio y por sus frases al estilo de aquel personaje del cuento de Hans Christian Andersen, que fue capaz de decir al rey que iba desnudo, cuando todo el mundo le decía que iba elegante.

Como las mesas de dos son escasas (y en las del pasillo de entradano me hubiera dejado situar, aunque ni lo intentaron), nos tocó sin haberlo pedido y sin previo aviso en la reserva, "la barra"...¿!¿!

Si ... si .. la barra que tienen al final, de cara a una cocina que no muestra nada (quiero decir que no es el ejemplo de Shunka ni del Koy). Pero cuando el simpático y airoso camarero que nos acompañó nos señaló los dos taburetes, la sorpresa es que eran inaccesibles de llegar sin obligar a levantar a nadie. Esperamos que pasara de nuevo un camarero para decirle que no podíamos llegar y hizo levantar a la gente de una mesa y ya pudimos pasar, aunque sin posibilidad de que nos llegara alguien a tomar el pedido.

Finalmente una simpática camarera, volvió a levantar a la gente de una mesa para poder llegar a nosotros y dijo con gracia "como estoy delgadita he pasado" ... Cabe decir que aunque no lo hacen de entrada, cuando insistes, saben cambiar al catalán .... hay que insistir, sin desfallecer, pero saben .. ;)

Como cada cambio de plato era un drama, la camarera decidió hacer mover toda aquella mesa para que nos llegaran los platos, de manera fluida, pero la única posibilidad de desplazamiento, era ubicarlos de manera que mi culo (ubicado sobre el taburete), quedaba a una pocos centímetros del cuello de uno de los de la mesa. Y aquí aparece la segunda frase de Marta:

"Si esto te lo hacen a bar de Pep, la lías ....". (Nota: bar de Pep, es un popular bar de pueblo en el que nunca he estado en Mora la Nova).

En fin, que comimos los platos que comento (i que reitero estuvieron muy bien), pero el agobio, el calor, el ruido, me provocó sudar como si estuviera en pleno verano y eso que sólo iba con un polo .. Postre lo intentamos, pero después de mucho rato de intentar nos facilitasen la carta, ya le dije a Marta ... "No aguanto más aquí" y pagamos y marchamos. Los platos fueron:

Bagna calda de verduritas con salsa de anchoas y vino
Carpaccio de dorada de Arenys de Mar con granada y hierbas..
Cordero lechal de larga cocción...
Rabo de toro del valle del Esla con polenta...

Reitero que los platos han resultado todos excelentes y por encima de las expectativas que tenía. El vino lo tomamos a copas ... El agobio y la incomodidad de la barra y el margen cargado a los vinos, ayudó a elegir copas en lugar de botella. Y que no me olvide ... El pan genial ...!. Cosas de ser los mismos propietarios que Crustó.

En resumen ... local bonito, comida buena, precios los que tocan por el lugar (80 € con 2 copas de vino Dido DO Montsant y sin postre por motivos fuera ajenos a nuestra voluntad), y como siempre os digo, si os gusta eso de la aglomeración "el mogollón" y "mucho ambiente", os puede gustar. De momento tenían lleno ... ya veremos pasado un tiempo ...

Ricard Sampere
www.restaurantscat.cat