De tapeo: Emprendedores

Me cuentan que los dos socios (amigos ya antes), después de tomarse un tiempo sabático y de viajar por el mundo, deciden volver a casa y montar el Nimbin. Uno comandando la sala y el otro los fogones, empezaron sirviendo durums, falafel, verduras con tempura y ensaladas con toques del lejano oriente y del sudeste asiático, hasta llegar a ese punto de inflexión que les ha permitido dar un salto en su carta, y como consecuencia y bajo mi punto de vista, a un mayor posicionamiento tanto en la villa como fuera de ella.

Jóvenes, creativos y con ideas claras, lo mejor para mí su impresionante Steak Tartar de solomillo de buey (no recuerdo haber probado nada igual), y su revuelto de setas de temporada con trufa. La cocina sigue creciendo y eso es lo que me mantiene más expectante.
Cervezas perfectamente servidas con unas copas de cristal fino que se agradecen (gracias Jordi!!). Para mí el vino, es su único "debe" ya que no me termina de convencer (por lo menos el que he tomado meses atrás).

Es reconfortante ver, con la que está cayendo, gente emprendedora como la del Nimbin que son capaces de marcar diferencias tanto en la carta como en su propia interpretación del negocio.