Reapertura del local que en su día acogió a un restaurador del Penedés famoso por su cocina a la brasa, esta nueva etapa está abanderada por Ca la Nuri, este es el tercer local Barcelona con esta marca.
Conserva la misma decoración y servicios de loza y cristal de su antecesor.
Atendido por una eficiente joven "multifunciones" (será para reducir costes??) que ejerce de recepcionista maitre y camarera, justo es decir que se desenvuelve bien en todas sus facetas.
Un joven sumelier que respira conocimiento, pasión y admiración por el vino te orientará en la elección.
Carta de vinos novedosa y con pocas referencias pero que se diferencian de las sempiternas y repetidas de muchos restaurantes.
Para empezar nos sirvieron un aperitivo consistente en sardina marinada sobre una mini ensalada de escarola y tomate.
Los primeros fueron una ensalada de queso nevada con nueces, limón y miel. Plato bien presentado y con abundante queso y canelones de pollo rustido consistentes y gustosos.
Los segundos optamos por el pescado de la lonja que este día era el rodaballo hecho a la brasa con un ligero toque ahumado, raciones algo justas.
De postre no recuerdo lo que pedimos y que no venía desglosado en la cuenta, lo acompañamos de una copa de cava.
Tomamos un vino blanco de cepas de cultivo ecológico del celler Minguet del Papiol, Samsó Parera.
Dos cafés acompañados de petitfours.
Servicio correcto, recomendaría un ajuste en los tiempos de cocina.