En la torre redonda y giratoria y a mayor altura que cualquier edificio de Sydney, en pleno centro de la ciudad está este restaurante de lujo con vistas de superlujo.
Dos círculos de mesas, uno pegado al cristal y otro en alto para tener unas aceptables vistas, permiten a todos los comensales disfrutar de todo el paisaje de Sydney ya que durante la comida va girando 360º de tal modo que al acabar la comida has visto Sydney y sus bahías en la totalidad, desde la entrada del mar hasta donde abarca la vista.

Muy buena cubertería, platos, mantelería, servicio de vino y de comedor. De primer nivel.
Funciona con posibilidad también de menú a 40€ a elegir entre varias opciones, algunas de ellas con suplemento como los dos Grill Beef de 200 grs que pedimos, con una muy buena carne, buen punto de grill, sus verduras y patatas fritas (o cocidas) y con emplatado de primera línea; el otro plato eran chuletas de cordero grandes servidas como costillar muy bien hechas y bien acompañadas y emplatadas.
El menú incluía copa de vino australiano por persona (Benchmark -grant burge- 2011, tanto tinto como blanco) bastante aceptables y postre que fueron una especie de panacota muy suave y cremosa acompañada de mermelada de arándanos y helado; un chocolate de varias texturas y un plato de queso (con suplemento) que era de quesos del mundo incluido un manchego, pero que pedimos y aceptaron cambiar por solo del único queso local que disponían que fué un queso de cabra como si fuera de roller, sabroso, algo ahumada la corteza, pero no de especial recuerdo. Botella de agua a 11 €. Pan con cata de aceite y diferentes sales por cortesía. Sin cafés. Estábamos casi solos.

Un elegante sitio, unas vistas insuperables (para hacer fotos sin parar), un servicio de primera y una comida de buena calidad y bien hecha (postre y plato principal). Precio como otros muchos restaurantes de la ciudad, por tanto buena RPC en Sydney..