Todavía no entiendo como este restaurante del Hotel Corinthia (5*) puede estar considerado entre la élite de la cocina de San Petersburgo. Me dejé llevar por los comentarios de una revista especializada y como además es el restaurante del hotel donde me encuentro alojado, pues me decidí.

Es el mismo salón en donde se sirven los desayunos. Ambiente espacioso pero pésimamente iluminado. Servicio mediocre si lo comparo con el servico recibido en el resto de restaurantes que hasta ahora he conocido en esta ciudad. Me sentaron junto a una ventana desde la que se ve la transitada Avenida Nevsky.

Carta bastante corta y con oferta internacional (dicen que actualizada ¿?)

El servicio del pan consiste en soltarte una cestita con dos rebanadas de pan blanco y otro negro que es el mismo que el de los desayunos. En toda la noche no tuvieron ni un solo detalle.

Cena para una persona:

- Un pastel hojaldrado relleno de setas de temporada: Solo bien. Bañado por una suave salsa de champagne y eneldo.

- Pecho de pato asado: Mal, mal. Lo pedí poco hecho y me lo pasaron demasiado. Además la carne era mala de solemnidad (como muy musculosa). La salsa de Oporto que llevaba no pudo disfrazar el desastre. Lo mejor, las verduras asadas que pusieron de guarnición, especialmente unos trigueros.

- Crème Brulée de vainilla: Cremoso y de sabor nítido.

La carta de vinos bastante amplia. Vinos de todo el mundo, incluido España (Carmelo Rodero GRVA, Coma Vella, Mas La Plana, Roda y alguno más) pero siempre a precios astronómicos. No voy a puntuar pues no pedí y no había nadie en la sala tomando vino.

Precio total: 60€ (inc. tasas, servicio y dos botellas de agua de 33cl a 7.50€ cada una !!!)

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con IVA y sin bebidas.