Ubicado en una de las arterias principales de la ciudad de Vilafranca del Penedés. Decoración sencilla y moderna. Mesas tal vez demasiado juntas y sin vestir. Disponen de comedor interior y de amplia terraza.
Ofrecen un menú muy competitivo (14.50 euros) a elegir entre cuatro opciones en cada uno de los apartados de primero, segundo y postre. La cocina que ofrecen es de mercado muy bien presentada y elaborada. El servicio es joven, atento y dispuesto. Para que os hagáis una idea de lo que ofrecen os relato las posibilidades que el menú ofertaba:
Primeros:
• Ensalada de habas baby con virutas de foie, jamón de pato y cebolletas al vinagre balsámico.
• Patatas enmascaradas con huevo escalfado.
• Timbal de berenjena en escabeche con cebolla tierna.
• Pasta rellena de queso y pera con salsa carbonara.
Segundos:
• Fideuà marinera de sepia sucia y pulpo (hecha al momento)
• Suprema de salmón con espárragos verdes.
• Confit de pato con manzana confitada.
• Tartar de pies de cerdo y manzana fuji a la reducción de PX.
Postres:
• Tarta de queso fresco con mango.
• Tarta Tatín de manzana.
• Sopa de melón con helado de frambuesas.
• Brocheta de frutas con chocolate caliente.
La carta de vinos es suficiente, en correspondencia al local, centrada en los más próximos, con recargos dispares pero moderados. Una pizarra anuncia la oferta de unas diez referencias de vinos por copas. La temperatura de servicio adecuada, como éramos un grupo numeroso el servicio se hizo en régimen de autoservicio. Las copas más que decentes.
Para beber tras unas cervezas, vinos por copas y vermouths iniciales, tomamos dos botellas de acustic blanc, una de bruberry y dos de finca viladellops.
La cuenta final ascendió a 277.30 euros para los once que éramos.
Un local muy recomendable por su gran relación calidad, precio. Por la noche “se transforma” en pub y se puede tomar una copa, bien en el interior, bien en su terraza. Disponen de una amplia selección de ginebras y de tónicas y por la experiencia nocturna que tuvimos los preparan bastante bien.