La ubicación del sitio es fantástica, así como las carnes y el servicio. Bueno, casi patinan al principio porque nos habían acomodado por error la mesa de otros y rato después nos iban a cambiar. Menos mal que los otros clientes no tuvieron inconveniente en sentarse en la terraza. Luego lo compensaron con su amabilidad y explicaciones.

Buenas carnes, muy profesionales en esto: te informa del origen nacional o argentino. Platos originales que combinan lo argentino con lo local, aunque un pelillo cortos de ración: pulpo a la plancha delicioso, tartar de verduras muy bueno,... Precio correcto, 85€ los 3 con vino. Los vinos, pocos pero muy bien elegidos y bien de precio. Curiosamente ninguno argentino!

Me gustó la decoración de madera y las vistas a la playa de la Albuferta. Tenían las paredes decoradas con botellas de vino que no sé cómo habían aplastado sin romper, por calor. Lo curioso es que las etiquetas estaban perfectas...

Repetiremos.