Ubicado en una zona con mucho ambiente, en el Eixample, Cánovas, en Salamanca chaflán con Conde Altea. Inmejorable. A su alrededor proliferan las terracitas, los restaurantes mediterráneos, de diseño, argentinos, asiáticos…
Mediados de septiembre, una noche valenciana de esas que piensas “¿dónde se vive mejor que en Valencia?” con temperatura fabulosa, algarabía, la gente volcada en la calle... Una delicia darse un paseíto por ahí e imbuirse en el ambiente, el ruido y… los diferentes aromas que emergen de cada local.
Este que nos ocupa, Sushi&Tapas, también tenía terracita, pero preferimos cenar dentro.
Bien decorado, minimalismo japonés, ambiente oriental. Quizás demasiado tenue la luz, un punto desangelada. Las mesas, ajustadas de tamaño, están dispuestas casi en forma de “U” alrededor de una gran e inútil barra.
La carta, con fotos, es amplia, basada en cocina japonesa con cierto toque.
Tomamos:
• Morcillas de atún.
• Takoyaki.
• Miso ramen.
• Arroz al curry estilo japonés.
• Sashimi variado especial.
• Maki Variado.
No nos esperábamos esa calidad ni de lejos. Ni esa autenticidad. Ni esa creatividad. Cada plato tenía alguno de los sustantivos enumerados.
Las morcillas de atún, espectaculares… ¡Vaya entrada! Era como una croqueta con un rebozado firme y crujiente de maíz, rellena de sangre de atún, arroz y queso.
El takoyaki (buñuelo de pulpo) fue para mi lo menos bueno, porque no se puede decir que no estuviera bueno. Un poco más de potencia quizás…
El miso ramen fue sin duda el plato de la noche. Inesperado. Una sopa espectacular de fideos, carne de cerdo, huevo, algas, con un sabor tremendo pero acompañado de una suavidad y una cremosidad adictivas. La próxima vez que vaya, me tomaré uno para mi solito… Me trasportó a Camden, al rastro que hay antes del mercado, antes de cruzar el canal, casi junto a la salida del metro. Una fría mañana, muy temprano, recuerdo que muchos de los vendedores de los puestos eran orientales y alguien debía haber cocinado para todos pues fueras por donde fueras encontrabas a un oriental con su gran vaso en la mano y sus palillos, andando, comiendo los fideos y el cerdo con los palillos y sorbiendo a morro el líquido, humeante y fragante. Olía como este miso ramen de Sushi &Tapas.
Tras la sopa salió el arroz al curry, curry verde, sápido, cubierto por una costra como de queso y huevo. Diferente sin duda. Yo le quitaría la costra, es innecesaria a mi gusto.
El sashimi, de calidad, y el sushi destacable por lo suelto que estaba el grano sin que deshiciera, y lo parafinado del mismo. Era a lo que veníamos, y acabó siendo un actor secundario.
Carta de vinos aceptable, con varias referencias de espumosos (muy Freixenet) con buenas copas, Schott. Tomamos un Freixenet Elyssia rosado, que acompaño como se esperaba. Su vinosidad le vino muy bien a la sopa y a las morcillas.
Servicio correcto, profesional, brindado por camareros españoles.
Volveremos, y a no tardar.
Diría que Komori y Tastem están un pasito por encima. Por ejemplo, sushi tapas ( es el hermano pequeño de Tastem).
Valencia Orient, como escribí en una reseña es un buen híbrido en referencia a la cocina oriental.
Como dice Aurelio, Dani y si no Ruben, son unos especialistas en este tipo de cocina.
Bueno, esta es mi selección:
Mira que te gusta el lío...
Me encanta este párrafo:
"Mediados de septiembre, una noche valenciana de esas que piensas “¿dónde se vive mejor que en Valencia?” con temperatura fabulosa, algarabía, la gente volcada en la calle... Una delicia darse un paseíto por ahí e imbuirse en el ambiente, el ruido y… los diferentes aromas que emergen de cada local."
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