Hoy ya sí. Se acaba el periplo cántabro. Hay que volver a casa.
No quiero repetir, quiero dar un remate en justa medida a lo recorrido durante estas dos semanas y recuerdo que el año pasado cenamos en este restaurante y no salimos descontentos.
Ha hecho un día feo pero va despejando y la luna brilla ya casi en su plenitud.
Miércoles, últimos de mes, pero no está mal el aforo, unas 14 personas cenando.
Bonito sitio, con mesas de correcto tamaño y correcta separación.
Buena mantelería, cubertería correcta y buenas copas para el vino.
Grandes ventanales que dan al mismo paseo marítimo de Laredo.
Se ven las luces de los pesqueros a los que agradecer el pescado que hemos comido y que comeremos. Duro trabajo el de esos hombres y poco reconocido. Un abrazo para todos ellos.
Nos sacan un aperitivo en forma de pudding de pescado, ración decente con unos trozos de pan tostado, pan-pan, no de molde.
El pan de la cena, una txapata que no nos ha gustado nada pero es que llevamos una racha de pan..... por favor, hay que empezar a cuidar mucho más este producto. Que por 2 euros......
De entrante para compartir pedimos bonito escabechado, en frío.
Muy rico el escabeche, fresco, el bonito tal vez un pelín seco o igual es que tiene que ser así pero sabroso.
De pescado nos ofrecen un rey, de tamano mediano, unos 600 gramos. Mira que yo monárquico precisamente no soy, pero nos dice que está rico y me animo. Nos lo sacan emplatado individualmente acompañado de una rodaja de tomate y unas patatas panadera.
Las patatas muy bien hechas y el pescado super-sabroso. Dicen que cuanto más color salmón tiene su parte baja, mejor sabe.
Pues estaba muy rico, un poco más grande hubiese estado mejor pero así hoy nos queda sitio para el postre.
Le hago a la muy simpática camarera que nos atiende la misma pregunta que hago muchas veces: ¿qué postre te comerías tú?
Me dice que la tarta de cuajada.
Pues dicho y hecho, una tarta de cuajada para mi chica y una de txokolate para mi.
La de chocolate rica pero la de cuajada....... riquísima. Esa manía mía de probar todo lo que puedo me ha jugado hoy una mala pasada.
Si sois golosos como yo, no dejeis de probarla.
Para beber un albariño Lagar da Condesa, otro más a apuntar como fácil de beber y van.......
Buen aroma a fruta y la justa acidez, fresco, ha acompañado estupendamente la comida.
Un correcto cafecito y la pena que se les había terminado el Px, así que de nuevo un Málaga Virgen que al menos, me ha quitado un poco ese ansia de relamerme los labios que tenía.
Todo llega a su fín, el año que viene más, que mejor va a ser más que difícil.