En el restaurante Ricard Camarena todo es bastante minimalista hasta el punto de que casi no se ve el cartel que anuncia la entrada a el restaurante. En el interior apenas hay decoración, maderas y negros son los colores de base y el resto lo hacen las luces, dando a todo un aire muy elegante.
Nos sentamos en una mesa enorme, hecha con un tablón impresionante de roble francés. Todos mis lectores saben ya como aprecio una mesa correctamente vestida con un mantel, pero este caso es de los pocos que puedo excusar esa ausencia.
Eramos cuatro personas para comer y nos decantamos por el menú intermedio, que consiste en un preludio más ocho platos.
Platos:
Como en ocasiones anteriores no haré una valoración de los platos ya que todos estuvieron a un altísimo nivel. Me limitaré a marcar con un * aquellos que me resultaron más maravillosos.
─ Preludio. De los restaurantes de este estilo que quizás ha sido el conjunto de aperitivos más sabroso, espectacular, pero hay dos bocados que me gustaron sobre le resto: jugo de pollo, jerez y hoja de limonero y Piel de calabacín, steak tartare y requesón.
─ Ostra valenciana, aguacate y horchata de galanga. *
─ Taco de berenjena asada con atún del mediterráneo.**; no es un error poner ** :-).
─ Habitas tiernas, cococha de merluza e infusión de merluza y optimate seco.
─ Raya con alcochofitas ecológicas. *.
─ Arroz cremosos de chipirón encebollado.
─ Pato salvaje de la albufera, castañas y vermut. *.
Postres:
─ Mango maduro con curry frio.
─ Turrón 1880, migas heladas de limón, miel trufa y romero. *.
Precio
─ La nota de esta comida fue de 125€ por persona todo incluido.
Tambien en youtube: https://youtu.be/0QqxCGv19bY