Pescado fresco.

Con ganas de descansar un poco de cierto tipo de comida y volver un tanto a lo "normal", nos hemos acercado hasta el Puntal de Laredo a este restaurante que suele tener mucha gente.
Hace mucho viento y no precisamente cálido así que nada de terraza. Mesas normalitas, con mucho alboroto, es verano, las familias cenan juntas y los niños, niños son. Los hay de todo tipo y nos han tocado unos primos que no se veían hace tiempo. Uffffffff.
Es domingo y además partido, quedamos pocos a los que esto nos importa un pimiento.
Atención correcta, trato cercano y directo.
Una ensalada mixta de las de toda la vida, sin rarezas de ningún tipo, ración generosa y aliño por nuestra cuenta.
Una "docena" de 23 pimientos verdes fritos. No me he confundido, es el número exacto de pimientos que han sacado, además ricos, sin piel dura, de buen sabor, con el punto de sal que necesitan los pimientos.
Una señora ración.
De segundos yo me he decantado por una ijada de bonito a la parrilla, estaba jugosa, buena ración también, con unas patatas tipo panadera que no estaban muy ´"pallá" pero se dejaban comer.
Ella ha pedido un salmón a la plancha, en su punto, con la misma presentación y acompañamiento, dos buenas tajadas.
Dos trozos de txapata de pan, calentitos, crujientes, eso sí y ya va siendo más que costumbre, a 1,10 e el trozo.
Para beber un Terras Gauda 2011, rico, me ha encantado, fresco, muy frutal, la verdad es que he disfrutado con él. Me ha gustado el detalle de cambiarnos las copas por otras más acordes con lo que hemos pedido.
Cafecito y un Málaga Virgen que era el único dulce que tenían, una pena, me hubiese bebido yo un Px muy contento pero......
Pues nada, un lugar a donde se puede acudir a comer pescado fresco, a 50 metros del mar y sin que te asalten a mano armada.