¿Dónde estabais, queridos?

De vuelta en Florencia por razones profesionales, aprovecho para alargar el fin de semana con mi mujer y completar las visitas a los muchos sitios que me faltaban de visitar en esta maravillosa ciudad.
Y uno de ellos era el palazzo pitti, enfrente del cual se encuentra, como ya se ha señalado en anteriores comentarios, la enoteca ahora citada.

Confesaré que al salir del palazzo pitti -pasadas las 13.20 horas- lo único que me apetecía era comer, pero mi mujer me convenció para tomar antes una cerveza o un vino, razón por la cual me sugerió la posibilidad de acercarnos a la enoteca en cuestión, a lo cual terminé por avenirme, dado que, a pesar de mi mala experiencia anterior, vi cómo el trato que le daban al vino parecía ser bueno y que en un pequeña barra de madera se podía tomar un vino.

Delante de la puerta, me detuve en una pequeña carta que allí tienen, en la cual se recogían unos cuantos vinos por copas, cuyo precio oscilaba entre los 7,5 y los 12 euros... y allí que fuí a entrar y oooopss, sorpresa!!: cerrado, closed, fermé, chiuso..

Me dije, jo, es que no doy ni una..., quizá es que es pronto -pensé-, hasta que mi mujer me indicó que había un pequeño cartel con el horario, el cual rezaba: aperto 13 a 24 ore!!

Abierto a partir de las 13 h., pero casi a las 13.30 cerrado a cal y canto. Por cierto, por si a alguno se le ha pasado por la cabeza pensar que era día festivo para el local, comentaré que era sabado y que en el cartel de marras rezaba que el día que el local permanecía cerrado era los martes.

Obviamente no puedo puntuar nada. En consecuencia, las puntuaciones que pongo, como el precio por persona, son inventadas, simplemente porque la página me lo exige para poder mandar el comentario, remitiéndome a la que anote en mi anterior comentario del lugar.

Y ya no diré nada más. Lo dejo aquí y ya que cada cual juzgue como quiera. Por mi parte, comprendo que abrir un negocio a las 13 horas de un sábado es mucho madrugón para sus tres dueños.

Y que en la vida pasan cosas peores, como, por ejemplo, que VUELING me haya vuelto a perder las maletas (2 veces de 5 viajes a Italia, un brillante porcentaje del 40%). Felicito pues desde estas líneas a los diferentes presidentes de dicha Compañia por esa eficiencia.

Y pónganme Ustedes a los pies de sus maletas.