Estrellado francés

Acudimos a este restaurante calificado con una estrella por la Guía Michelín. Se encuentra en la localidad de Brest, en el extremo más occidental de la Bretaña Francesa. El restaurante es un caserón antiguo restaurado de esos que impresionan al primer golpe de vista y que tanto gustan por esos lares.

Disponen de carta y tres tipos de menú compuestos por los mismos platos de la carta. Éramos dos personas y elegimos el menú más completo (42 euros), compuesto de entrante, plato principal y postre pero con todo diferente para cada uno de nosotros, para así poder probar. Los dos entrantes fueron milhojas de tomate, salmón y cangrejo, y pimientos rojos con salsa de remolacha. Correctos ambos sin más. De plato principal rodaballo con verduritas y crujiente de codorniz con foie, muy buenos ambos, sobre todo la codorniz deshuesada y presentada en forma de rulo. Y de postre una mousse de chocolate blanco muy bien presentada y la selección de quesos, abundante y correcta en calidad y variedad. Para beber un tinto del Valle del Loira, Franc du Cot Lie 2007, a 24 euros.

La experiencia fue buena y la relación calidad-precio es fantástica para un restaurante de una estrella Michelín, pero ya es el segundo que visito en Francia y he de decir que están a mucha distancia de los estrellados españoles en cuanto a calidad y creatividad de los platos.