Qué rápido pasa el tiempo. 9 años ya que nacíó el txikito y hay que celebrarlo. Hablo del hijo de mi sobrina.
Lo primero el txupinazo de las fiestas de Laudio, mi pueblo; amenaza lluvia pero es un espejismo. Como siempre, la juventud pide agua y desde las ventanas y balcones, muy gustosos, acceden a su petición.
Días como hoy echa un poco uno de menos esos 20 años que no volverán pero siempre queda el consuelo de "que nos quiten lo bailao".
Luego ya, un poco a deshoras, que estamos en fiestas, llegamos al Ibarrondo, un restaurante situado en un polígono industrial y que además de los menús del día, da muchas comidas para grupos y familias que celebran algún evento y que quieren comer mucho y barato y además no precisamente mal.
El menú que nos han elegido:
Jamón y lomo de bodega con picatostes: normalitos tanto el lomo como el jamón.
Paté caramelizado con frutos y surtido de tostas. Estaba rico, la verdad, original, las tostas industriales, buena ración.
Ensalada de pimientos de piquillo y ventresca: en ración individual, una ensalada más que correcta y de buen tamaño.
Pirula crujiente de morcilla sobre compota de manzana: la morcilla rica, el crujiente demasiado grasiento para mi gusto, la mezcla..... a mi no me ha hecho demasiada gracia y mira que soy de morcilla. Exagerado el tamaño de la piruleta.
Lo que hace la edad, Txingu, que estaba sentado justo enfrente mío, que tiene muy buena edad, se ha comido 2 y eso que ya lleva repitiendo de todo. ¿Envidia? Yo creo que sí y de sana nada, que no creo en ese tipo de envidas.
Brocheta de langostinos a la plancha: poco hechos, yo he optado por "donar" la mía a uno de los que no ha comido piruleta. Para que done yo unos langostinos sin optener nada a cambio.......
Los segundos era a elegir. Yo he optado por ventrescas de merluza a la Bilbaina sobre torrija. Hay veces que querer sorprender nos lleva a unos resultados un tanto extraños. La merluza correcta y los pimientos que acompañaban también pero la torrija sobre la que descansaban pues dulzona, no me ha parecido precisamente un acierto, además con las cantidades que sacan de todo, apetece algo más liviano.
Por ahí han pedido codillo, también correcto y en ración de plato único pero hay tripas que lo aguantan todo.
Mi chica ha pedido una cesta de hojaldre rellena de vieiras sobre crema de miel de romero y nueces. Correcto el relleno, el hojaldre demasiado grasiento.
Postres "caseros" que no he probado pues había opción de Valenciano y el calor aprieta.
Una pena por el zumo de naranja que era claramente de brick y no precisamente del 100x100 zumo. Al final mezclándolo con el helado, he podido bebérmelo.
Para beber vino cosechero, muy caliente, han necesitado cubitera, yo con una gaseosa fresca me he arreglado, alguna botella de lambrusco y agua, mucha agua.
Una pequeña txapata de pan individual que estaba correcta.
Invitación de la madre de la criatura, no está mal que se "estire" de vez en cuando que para eso tiene posibles. :-)))
Creo que hemos salido a 24 euros por barba.
El servicio del vino consiste en dejarte las botellas encima de la mesa, lógicamente.
El aire acondicionado brillaba por su ausencia y hemos pasado mucho calor, compensado después por el cafecito en la terraza exterior.
Pues eso, un sitio al que acudir para comer mucho más de lo necesario
por un precio razonable, mejor a ser posible en invierno que en verano.
Gora San Roke.