Decidimos visitar el restaurante en pleno mes de agosto y en la noche del "Castell de l'Olla" (espectáculo pirotécnico musical en el mar que reúne a miles de personas en Altea). La verdad es que nos decepcionó estar completamente sólos en el local (pedimos interior por el aire acondicionado al ser días de la ola de calor más anunciada de la historia). Más tarde se incorporó otra mesa de dos comensales. Decisión acertadísima la de estar dentro pues el local es una auténtica preciosidad que podeis ver visitando la web: local moderno pero cálido a la vez. Buena iluminación, mesas, sillas, bodega acristalada a la vista, temperatura ideal...
Optamos por pedir el menú degustación que nos puede dar una idea global de la cocina de este restaurante y que, además, resulta más económico que pedir "a la carta", supongo.
- Aperitivos: Tres servidos en un único pase al centro de la mesa pero en degustaciones individuales: 1) Copita de salmorejo: riquísimo. Me encanta el gazpacho y el salmorejo y éste estaba conseguidísimo en cuanto a sabor, textura y frescura. 2) Arroz con carne: servido sobre cucharas de aperitivo recordaba en cierta manera el sabor de la paella. 3) Queso azul: terrina de queso cremoso muy rico que se toma con unos "saladitos" que la acompañan.
- Vieria gratinada: De gran tamaño y con sabor contundente. En cada una de ellas, entre la crema que liga la preparación, pude contar varios "trozos" de vieria. Sin escatimar, pues.
- Salpicón de marisco: Plato muy fresco y aconsejable 100% en verano. Se asemeja más al clásico "coktail" de marisco que a un salpicón. Elaborado con gamba, bogavante... de calidad y acompañado con una salsa de mostaza que sustituye la habitual "salsa rosa". Muy acertado el cambio y mut rica la salsa que no aolecía para nada de la acidez habitual de la mostaza.
- Puntas de foie: En cada plato tres o cuatro tacos grandes de fioe fresco a la plancha. Para mi gusto estaban un pelín pasadas pero es una opinión personal. El foie excelente, nada grasiento. Acompañaba el plato una confitura que no recuerdo.
. Merluza del CAntábrico a la Sidra: Muy muy buena tanto el producto principal por su frescura como la salsa y la patat que lo acompañaba.
- Tacos de buey: Tacos de solomillo con patata. Correcto. Otra vez, a mi gusto, pasado de punto.
- Tarta de queso "Katalina": En realidad se trata de un flan de queso pero contundente en cuanto a textura y sabor. Agradó mucho.
Tomamos cervezas al principio, dos botellas de Mar de Frades y cafés. Mención especial para el café (no sé si era nespresso). Riquísimo.
La carta de vinos es extensa y sorprende en un restaurante situado aquí, en el paseo turístico de Altea. Múltiples referencias de diferente nivel, DO, finos, mazanillas, blancos, rosados y rtintos, cavas y champgnes. Copas Riedel y servicio correcto: se da a probar y se conserva la botella en mesa auxiliar con cubitera, en este caso. Rellenado de las copas... Los precíos un poquín altos, sobretodo en los vinos de gama media o baja.
Servicio atento y profesional, tal vez un poco distante y servicial para un grupito como el nuestro que huimos de la imagen de cliente altanero y exigente.
El precio del menú es de 30 € la cual cosa me parece una excelentísima RCP, dado el número de platos (7) y la cantidad y calidad de los mismos. Imbatible.
Experiencia, por tanto, muy grata y aconsejabel.
Enhorabuena por la crónica y por el homenaje! Por lo que cuentas invita a visitarlo.
Todos los veranos nos gusta pasar algún día en Altea, con todo su encanto... A ver si con un poco de suerte, este año nos acercamos y nos da tiempo a probarlo.
Muchas gracias y un saludo!
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