Barra interesante, aunque algo impersonal

En el mismo edificio que el hotel Amerigo, con entrada desde la calle Altamira ( a 100m de la explanada) encontramos una barra llena de sorpresas, frecuentada por extranjeros alojados en el hotel y por alicantinos que desean un buen producto y servicio sin pagar un dineral.
La carta de la barra tiene raíces alicantinas (variedad de cocas de masa finísima, ensaladas) con otros productos de calidad, ostras, caviar, buen jamón...
Hay un interesante menu degustación con tataki de salmon con hinojo, pimientos asados con ventresca y croquetas de entrantes. Los tres bien elaborados, y en raciones abundantes. Después la coca con champis, tomate, queso y huevo, sobre una masa finísima. Una elaboración realmente buena.
De segundos la fideuá con costra y solomillitos de ternera con salsas (anchoas, mostaza, estragón) realmente deliciosos. Finalmente una tarta de queso horneada con salsa de frutos rojos. Hay una interesante selección de vinos por copa.
El precio es de unos 40€ por persona, algo elevado por comer en una barra, pero ajustado si tenemos en cuenta la magnitud y las elaboraciones. Eso si, los precios del servicio (pan 2€) y de los vinos muy inflados.