Acogedor local para unos 25 comensales. Trato familiar y muy cercano. Miguel, el propietario, te relata la carta en directo. El servicio del vino es excelente (tintos a buena temperatura, copas grandes de cristal fino, etc). Caímos en este restaurante por casualidad y la verdad que nos llevamos una grata sorpresa. Empezamos con tres entrantes: gamba blanca a la plancha, almejas plancha y un revuelto de boletus, foie, tostadas y yema de huevo cruda espectacular. Después comimos un chuleton de 1 kg, con patata y piperrak a medias, la carne excelente. Importante: el café muy bueno también. Es un lugar para dejarte aconsejar en comida y sobre todo en vinos, ya que Miguel es un apasionado de éstos.
Me alegro! Sí, en este precio entraba el vino. Tomamos un "roble" de Rioja alavesa (Primavera)que no era muy complejo pero muy frutal y con bastante estructura (14 euros). Espero que coincidamos. Nosotros somos de Mallorca, si vas pronto igual se acuerda de nosotros. Un saludo
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