Es la terraza adjunta al restaurante Tridente del Hotel Neptuno.
Cena de trabajo para 7 que optamos por la terraza por aquello del verano: craso error. En las mesas junto al aire: frio polar; y en las otras mesas calor (y era para cenar).
Servicio de camareros horrible (salvo el encargado con el vino). Hasta nos comentaron que "se estan poniendo las botas" porque le pareció que era mucha cena (curiosa profesionalidad) supongo que por ser la terraza la gente va más a cerveza y tapa de bravas o porque ha sido justo después de la Formula 1, o porque tenía un mal día....

Cervezas varias (creo 5) en la entrada (una rica Alhambra 1925) más alguna coca cola con hielo. En la cena 2 botellas de Los Almendros 2010 tinto, a buena temperatura y mantenido con cubitera para compensar el calor externo. Agua (hasta 6) pequeñas y de diseño (Voss: las de agua de iceberg); pedimos grande y nos trajeron una en envase de plástico caliente y vasitos con hielos ¿? (o diseño o desastre).
Al centro con 2 platos de cada: jamón (simplemente bien) que hubo que reclamar, anchoas en montadito de pan con tomate demasiado saladas y pequeñas (hubo que reclamarlas y llegaron tarde porque además negaron el encargo con lo que al final sobraron); fritura de pescaditos buenos incluyendo salmonetes; clochinas valencianas buenas de sabor y buena ración; brandada de bacalao con demasiada patata pero aceptable; bravas que llevaban picante que no se lo comía un mejicano de pura cepa y además con ajo-aceite valiente al lado por si te quedabas con alguna papila en la lengua; entrecots trinchados con alcachofas rehogadas: lo mejor de todo (junto con el vino).
Helados x 3 sin grandes alardes y 1 fruta (pese a que pedimos 3) y que tardó más que toda la comida junta.

No sé precio porque incluyó el alquiler de un local para emitir una videoconferencia, pero mejor quedarse en el Tridente aunque no se vea la playa.