Decepción

No conocía este restaurante y tenía ganas de visitarlo. Buenas referencias y de reconocido prestigio, que al final me resultó decepcionante.

Situado en una preciosa casona en un entorno muy agradable, con hermosos jardines y gran parking, con los comedores que se reparten entre dos pisos. Confortables y decoración intentando dar un toque de elegante distinción. Mesas muy separadas.

La carta con clarísimo sello asturiano, basada en la materia prima y buscando elaboraciones y presentaciones más creativas, aunque algún clásico también se incluye en la carta.

La pena fue que esa noche estuve completamente solo en el restaurante (mira que llevo años viajando y nunca me había pasado), por lo que recibí todas las atenciones y pude charlar con Toni Pérez, jefe de sala y supuesto sumiller. Hablamos de la situación de la restauración y también de vinos.

Servicio del pan con solo un tipo y un muy buen aceite extremeño.

Pedí el menú degustación:

- Gazpacho de remolacha con crema de queso Afuega'l pitu: Buen entrante que presagiaba una buena velada. Escondidos en el queso, un par de trocitos de anchoa.

- Manzana, foie-gras y macadamia: Dos saquitos de manzana rellenos con trozos muy buenos de micuit. Al lado nueces de macadamia ralladas. Bien pero tampoco para recordar.

- Royal de quesos asturianos, mermelada de tomate y sardina en vinagre: Primera gran decepción. Plato no muy bien conjuntado para mi gusto. Lo del queso demasiado “pastoso” y con dos ridículos trocitos de sardina escondidos y que pasaron desapercibidos.

- Vieira asada con alcachofas, jugo de moluscos y manzana verde: Esta vez recuperé la esperanza. Una enorme vieira bien hecha y muy bien acompañada por el caldito.

- Yema trufada, caldo de garbanzos, hongos y pies de cerdo: Muy buena presentación y de sabores bien contrastados dando un resultado potente. El pero fue que se sirvió bajo de temperatura, por no decir frío. Podría haber sido el plato de la noche.

- Rodaballo salvaje a la plancha con jugo de pitu y hongos: Para mi un desastre. El pescado fuera de punto, de textura sospechosa y nulo sabor. Además venía acompañado del jugo de la cocción de pitu de Caleya, para mi gusto demasiado potente como para acompañar al delicado sabor de un pescado como el rodaballo. De guarnición unos espárragos trigueros a la plancha.

- Callos al estilo tradicional: Sencillo plato bien elaborado pero sin ningún misterio. Me pusieron al lado una pequeña aceitera con aceite de guindilla (muy picante) para echar sobre los callos.

- Chocolate blanco, limón, yogur y hierbabuena: Discreto postre, aunque se queda en agradable.

- Migas crujientes, sorbete de frambuesas y yogur: Se repite un nuevo postre con demasiadas similitudes al anterior. Lo de las migas eran como unos trozos de galleta. Lo mejor sin dudad de los dos postres, el sorbete de frambuesas, de intenso sabor. Había dos trozos grande s de miga que apenas probé porque no sabía a nada. Resultaron ser el toque de yogur (¡¡!!) según me dijo el camarero al dejarlos en el plato.

Mientras esperaba la factura me pusieron un mediocre capuchino de avellanas.

La carta de vinos es amplia, actualizada y versátil para este tipo de cocina. Buenos precios que apenas llegaban al x 1.5. Pedí Guitián con crianza sobre sus lías 2009 (20€ + IVA) servido bien de temperatura y conservado en cubitera. Discretas copas.

Precio total: 90.61€ (inc. IVA, vino y botella de agua pequeña a 2.50€).

Nota: Al salir me encontré en la puerta con los alma-mater de este restaurante: Gonzalo Pañeda y Toni Pérez. Me preguntaron pero cuando les quise comentar mi experiencia, no mostraron mucho interés. Lamentablemente noté cierto ambiente de nostalgia en el restaurante y en su semblante, y es que me comunicaron que cerraría sus puertas a finales de este mes, para reabrirlas en un nuevo local en el Puerto Deportivo de Gijón. Espero que recuperen el ánimo y el rumbo, si es que lo han perdido últimamente.

Recomendado por 3 usuarios
  1. #1

    G-M.

    Me dejas de piedra!
    Hace tan solo unos meses que estuve yo y no tiene nada que ver!
    Pfff, qué chasco, será por el traslado.
    ¿¿??

  2. #2

    G-M.

    Me dejas de piedra!
    Hace tan solo unos meses que estuve yo y no tiene nada que ver!
    Pfff, qué chasco, será por el traslado.
    ¿¿??

  3. #3

    Gabriel Argumosa

    Es una pena que hayas visitado ese restaurante en estos momentos y por tanto quizás en su fase más baja y despreocupada.

    Leyendo tu comentario, creo que en el fondo hay una buena base de cocina, pero un descuido de los pequeños detalles que dieron al traste con el resultado.

    Una vez más un restaurante de cocina evolucionada situado en las afueras de una ciudad (desplazamientos, alcohol y mantenimiento en este caso de todo el entorno exterior) fracasa como proyecto a medio plazo.

    El que pregunten sin interesarles en absoluto la opinión (en este caso se puede entender) cada días más frecuente.

  4. #4

    lsierrar

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Estoy seguro que es una situación transitoria. Seguro que con su nuevo local tan bien situado bajo el barrio de Cimadevilla, tomarán nuevos brios. Me dijeron que lo abrían el día 3 de julio.
    Si en julio vuelvo a Gijón, cosa que dudo, volveré a visitarlos y comprobarlo. De momento me queda otra semana en Gijón (la del 20 de junio).

    Saludos

  5. #5

    lsierrar

    en respuesta a Gabriel Argumosa
    Ver mensaje de Gabriel Argumosa

    Pues efectivamente es muy triste ver un restaurante grande en esa situación. Me comentaron que llevaban dos años y pico con un bajón tremendo por la crisis, y si además, los controles presionan, pues se encuentran en un mal sitio. Pienso que en Gijón, con toda la actividad comercial que hay, saldrán ganando.
    Lo de mi intento por entablar un intercambio de opiniones con ellos, solo con verles la cara, ya lo dice todo. Nostalgia.

    Saludos

  6. #6

    lsierrar

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Pues desgraciadamente todavía no lo han abierto áún. Vi el local justo en el Puerto Deportivo y con el letrero de "próxima apertura".

    Sin duda me hubiera gustado probar su cocina en su nuevo proyecto y con las pilas recargadas.

    saludos

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