Buena experiencia

Día 15 de septiembre, fiesta en la comunidad autónoma de Cantabria, tras haber leído en esta página http://www.gijon.info/saboreando/index.asp?MP=258&MS=0&MN=1, la promoción de Gijón Gourmet, decidimos visitar este restaurante de nuestra comunidad vecina, estrellado y que aun no conocíamos.

Situado en las afueras de Gijón, pero con fácil acceso a través de la autovía que se dirige a Langreo (salida Mareo) y posteriormente muy bien señalizado. Amplio aparcamiento en una finca cercada, donde se encuentra la casa que en otro tiempo fue de un indiano, con un jardín amplio, con árboles característicos de este tipo de casas como son los magnolios y con una zona para poder jugar los niños.

Perfecta recepción, acomodándonos en el primer piso, en un salón amplio con mesas muy bien separadas, junto a ventana desde la que se divisa un hórreo y campos.

Mesas con doble mantel, el superior algo escaso en tamaño y en consistencia, al igual que las servilletas. Cubertería, vajilla y cristalería de buen nivel.

Menú cerrado, que se van descubriendo según van llegando los platos a la mesa.

Aperitivo presentado en una copa estilizada, conteniendo berberechos sobre un fondo de huevas de trucha y un pescado que no recuerdo el nombre, con buena presentación y sabiendo a mar. Asimismo pan especial con un AOVE de primera extracción (Oro San Carlos) y sal maldon.

Taco de bonito marinado y ahumado, dos trozos, acompañados de lechuga tomate y cebolla, presentado recubierto por una preparación entre salsa, helado (posiblemente trabajado con nitrógeno) de tomate. La presentación espectacular, el sabor del bonito me atrevo a calificarlo de “especial”, desviándose el sabor ligeramente del concepto que todos tenemos sobre el bonito, en conjunto una agradable experiencia.

Viera con alcachofa y manzana, acompañado y/o regado con caldo de moluscos. Buena conjunción y mejor caldo.

Lomitos de rape negro del Cantábrico, rebozados, acompañados de patata cocida y tomate a la plancha. El plato mejor de toda la comida, también el menos elaborado, pero he de destacar el buen punto del pescado y el gran nivel de la patata (cada día encuentro menos patatas a mi gusto y esta lo estaba).

Fabada, presentada en un recipiente a la par curioso y agradable, en buena cantidad, acompañada de compango (morcilla de año, tocino y chorizo).buena las fabes, punto de grasa adecuado y buen nivel del compango.

De postre queso de cabra con bizcocho de avellanas sobre helado de miel. Bien.

A los cafés se sirvió una espuma de arroz con leche, que sabía a tal.

En cuanto al vino la comida se acompañó por iniciativa de la casa con Enate Chardonnay 2-3-4 2009 y con Zaco cr 2007 la fabada.

El servicio de sala impecable, los baños con buen nivel aunque eche en falta unas toallas de tela de las depositar posteriormente en un cubo.

No voy a calificar la sección de vinos, pues no vi la carta de vinos, ni el precio de los mismos. Estimo también, que quizás el nivel del restaurante y el tipo de cocina, hubiesen merecido un tipo de vinos al menos con un puntito superior.

El precio fue de 45 € comensal, con lo descrito más agua abundante y pan con buen nivel, con IVA incluido e invitación a los cafés.

Para cerrar el comentario, anoto dos detalles, uno que la despedida fue nula parte de responsable de sala y un segundo detalle, que aunque hemos salido completamente satisfechos, quizás en este tipo de menus se echa en falta un plato de carne.

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