Un lugar curioso, casi tétrico, al borde de lo cutre en algunos aspectos, pero interesante y atractivo a mi entender. Solo pedimos entrantes ( antojitos), me habían dicho que no pidiera segundos que no merecía la pena??. Varios entrantes: quesadillas, nuggets de pato, verduras asadas con mezclas y salsas curiosas y disruptivas, ortiguillas...dos postres..bueno...Poca cosa, nada destacable. Faltaban las croquetas fluidas. Pasable , te lo comes sin más , pero sientes que aquello puede descarrilar en cualquier momento. Pésimo ceviche , por cierto Una carta de vinos interesante, cortita, extraña como el sitio. Servicio, al menos el de este día, deorganizado, apático, desordenado. Conocerlo, no está mal y no es caro : 4 personas , dos botellas, dos postres y 6 antojitos , 25 euros pax.
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