Gran cena

Guiados por la líder de festejos, acudimos cinco personas a cenar a este imponente restaurante. El entorno es sencillamente espectacular, una terraza enorme que ahora con el buen tiempo hace de la cena un lujo. El restaurante es enorme, sería un sitio para celebrar una boda de 200-300 personas sin problemas. El equipo de camareros es muy numeroso, nunca había visto tanta gente atendiendo, verdaderamente es difícil que tener que esperar para pedir algo. Al entrar te topas con la parrilla y ya te puedes hacer una idea de lo que tienen por allí, diferentes pescados preparándose en las brasas hacen que empieces a tener clara cual va a ser tu elección.

La comida es producto con la justita elaboración, pero cuando el producto es tan bueno, casí mejor respetarlo. A destacar los pescados, se nota que Pescaderías Coruñesas está presente, probamos un gran Rodaballo parrilla el cual te lo preparan para compartir entre dos, fantástico sabor y textura, unas cocochas a la parrilla estupendas y otras en su preparación más clásica pil-pil para mojar sin parar, y por último un besugo que pude probar y me resultó muy sabroso, francamente muy bien todo lo que venía del mar.

Antes de los pescados habíamos probado unas deliciosas croquetas de carabinero, unas buenas anchoas de Santoña con el pan de cristal, una riquísima ensalada de tomate y espárragos trigueros a la parrilla y un queso burrata con tomate de huerta y rúcula, quizá el plato más prescindible de todos los entrantes.

De postre probamos un par de 'chocolate de los más golosos', que básicamente es un coulant que sirven acompañado de helado, rico, dos tartas caliente de manzana con helado de vainilla, es un tatín de manzana muy fino, francamente bueno (9 euros) y un helado de fresa.

Durante la cena bebimos un par de botellas de Raventós i Blanc Gran Reserva (18) y otra de Ossian 2011 (26), bastante bien tanto el cava como el blanco, siempre reposados en su cubitera de hielo picado.

El servicio fue profesional, como digo difícil que se les escape algo con tanta gente atendiendo: el servicio del vino no se limita a abrirlo, dan de probar y suelen estar atentos a rellenar las copas.
La carta de vinos es muy mejorable, quizá lo único que les falta para tocar techo, pero a nosotros tampoco nos hizo falta nada más, tuvimos suficiente para alegrarnos la noche.

Esta Hinchada Nunca Se Rinde, así que decidimos rematar la noche con unas copas: un par de Gin Tonics de Hendrikks (10), y Jameson (8), Matusalen 15 años (14) y una botella de agua para nuestro piloto estadounidense hicieron una sobremesa muy agradable. Le hicimos justicia a la maravillosa terraza, y a pesar de que la lluvia hizo un par de amagos, al ver el Montecristo Edmundo y los dos Ramones Allones decidió contenerse y dejarnos disfrutar de la noche, y francamente que lo hicimos.

El precio que pongo por persona sería sin las copas, que oscilan entre los 8 y 14 euros, y teniendo en cuenta lo que comimos, lo que bebimos y donde lo hicimos, no me pareció especialmente caro. En conclusión, un gran restaurante donde destaca el producto que viene del Mar en un entorno de 10.

¡Enorme Mery!

  1. #1

    Craticuli

    Un proyecto impresionante para los tiempos que corren. Un placer ver inversiones de este tipo, y si además se come bien mucho mejor.
    Saludos.

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