Comida familiar con unos amigos en Madrid. Nos decidimos por este sitio por disponer de jardines y animación para los niños los fines de semana.
Entorno agradable, con terraza exterior con toldos. Nos ubican en una mesa para 6 personas, con bastante espacio para los carritos. Restaurante lleno (terraza).
Detalles... a los 5 minutos de estar sentados el metre nos pide permiso para retirar una silla de la mesa (en ese momento había 2 libres pues estaban jugando las niñas en los columpios) y que en seguida traía otra. Empezamos a comer una hora después y tuve que ir personalmente a pedirle de nuevo la silla...
Detalles... 15 minutos en tomar nota de la bebida y otros 10 en traerlas.
Detalles... Después de traer las bebidas le comentamos al camarero que queríamos pedir la comida. Un segundo que se convirtió en casi 20 minutos más!! Le comenté que estabamos un poco abandonados y nos comentó que sí, que era cierto, que les faltaba una persona.
Detalles... Cuando pedimos la comida y nos preguntó si ibamos a tomar vinos dijimos que sí, que por favor nos trajera la carta. Llegó en seguida la carta, pero no pudimos pedir el vino hasta bastante después...
En resumen, nos sentimos abandonados...
Comimos, de memoria (pues cuando pagamos no nos devolvieron la factura con la vuelta):
Croquetas de boletus (muy bien, pequeñitas).
Chipirones encebollados (bien).
Medallones de solomillo, preparados al ajillo. (bien de cantidad y calidad).
Entrecot de peso medio, bien de cantidad, mejor el solomillo EMHO.
De postre, infusiones, helado para los niños y una tarta de manzana (correcta).
Agua, cervezas, tinto de verano, y una botella de gran colegiata crianza 2006 (19€ la botella).
Carta de vinos clásica y no muy extensa, con precios elevados (x3 en algunos casos). No nos dieron a probar el vino y no nos sirvieron, excepto en una ocasión al final, con casi todas las mesas ya vacías.
El servicio empañó la comida aunque supongo que nuestro caso será casual, pero un sólo camarero para 6-7 mesas, algunas con bastantes comensales en mi opinión se me antoja poco.