Fusió en Bétera.
Se trata de un bar-cafetería-restaurante en plena Alameda de Bétera.
Local moderno de tonos sobrios combinando marrones y grises con naranjas, salpicados por algún detalle “alegre” . Buen mantel, correcta vajilla y cristalería, sillas cómodas, separación apropiada.
Pese a ello hay algo que te impide estar realmente cómodo, y es una conjunción de factores como la carencia de luz de ambiente, la entrada (que tampoco acompaña), la música (demasiado alta y movida)… y la resplandeciente máquina de tabaco que preside la sala (con su macetita encima, a un lado…) Todo ello hace que se apodere la sensación de bar-cafetería sobre la de restaurante.
Cocina moderna mediterránea. Optamos por el “Menú Fusió” (22,50€), que nos sirvieron con rapidez y simpatía, no sin antes obsequiarnos con un chupito de vichyssoise. El citado menú consistió en:
---> Entrantes al centro:
• Selección de Ibéricos de Guijuelo con tomate aliñado. Chorizo, salchichón, caña de lomo y queso de buena calidad.
• Ensalada César de pollo confitado y parmesano. Rica, bien combinada y aliñada.
• Brandada de bacalao con polvo de jamón y piñones. Generosa ración. Estaba sabrosa, pero más que brandada, parecía un puré de patata con un poco de bacalao.
---> Un segundo a elegir entre dos (carne o pescado). Elegimos uno cada uno y lo compartimos:
• Merluza fresca del Cantábrico con aceite de albahaca y champiñones. Un poco seca, nada destacable.
• Secreto ibérico con salsa bearnesa al estragón. La salsa estaba buena, el secreto en sí era como en textura de fiambre. No me gustó.
---> De postre:
• Postres de la casa variados al centro. Tres tartas poco logradas, casi ni las probamos.
Carta de vinos corta pero con interés. Tomamos un cava valenciano, Carlota Suria, al que le costó alcanzar la temperatura adecuada y que no disfruté mucho.
En resumen, una cena que no pasará para el recuerdo ni para bien ni para mal. Me han comentado que a mediodía trabajan muy bien los arroces.