Expectativas más que cumplidas

Una vez más (y van dos y no será la última, estoy ya pensando en la siguiente) urdí un plan para cenar en este.....en este.....bueno, ya me entendéis. Ocho comensales. La primera sonrisa se me escapó cuando uno de los acompañantes, al entrar, me pregunta: ¿es aquí?. Yo previamente les había comentado a todos lo que nos deparaba la cena, y claro, es lógico que, alguien que no ha estado nunca, confronte las expectativas con el entorno y "le choque".

Entramos. Enfrenté la barra, con sus restos de botellines correspondientes, su fútbol en la tele correspondiente, y la chica que la gobernaba me saludo con su "buenas noches" correspondiente. En respuesta, hinché los pulmones, me llené de satisfacción y le dije: "VENIMOS A CENAR". Es difícil expresar, y más aún sintetizar, todo el significado y contenido que tiene esa expresión. Baste decir que me sentí muy orgulloso de ser yo, y mis acompañantes, los que esa noche íbamos a cenar.

Lo siguiente fue atravesar esa puerta mágica que ya comenté anteriormente y allí estaba Santos que, después del "buenas noches" correspondiente, te pregunta si has estado alguna vez. Curiosa y premonitoria pregunta: ¿habéis estado alguna vez en algún restaurante en el que os preguntan si habéis estado alguna vez? La pregunta que hace Santos creo que no es del todo correcta, aunque la entiendo y todo el que ha estado creo que la entiende. Creo que, más bien, Santos debería pregunta: ¿habéis vivido esta EXPERIENCIA alguna vez? Y es que "esto" trasciende más allá de una cena o una comida. Esto es una EXPERIENCIA.

Atención a lo que viene ahora, aunque, a la luz de los comentarios, se puede imaginar:
- Varios aceites de vete tú a saber qué tipo de aceituna, pero que empiezas a mojar pan y se queda el plato seco, y con la última mojaita de pan rebañas lo que queda del plato
- Revuelto de huevos de corral con champiñones
- Escabeche de palometa
- Croquetas (tal vez lo más débil, aunque nos las comimos todas)
- Bacalao rebozado
- Escabeche de carrillera
- Escabeche de pollo picantón
- Y pan, pero pan pan, ¡¡pa mojar!!, de hogaza, no las mariconadas que ponen en otros restaurantes
- Dos botellas de vino
- Dos botellas de agua
- Casi una botella de PX
- Y 6 copas
- Y todo eso aderezado con las explicaciones de Santos, espera, no explicaciones, clases magistrales. Y Casilda nos sirvió una de las raciones, mandil en ristre. Coño!!! Qué de verdad es esto!!! Si lo tienes preparao, no sale así!!!!

Bueno, pues llevábamos 3 horas cenando y de sobremesa (el PX y las copas), y llegó ese fatídico momento de pedir la cuenta. El "qué se debe". El qué se debe por este rato que hemos echao, que hemos acabado tan bien comidos, tan bien bebidos, tan bien atendidos, y tan a gusto.

220 euros.

No es posible. Algo más de 25 euros por comensal. Es que echas la cuenta y no te salen las cuentas. Si me dicen 400 euros en total me voy contento, serían 50 euros por persona.

Pagamos y salí con pena. La pena que se siente cuando la EXPERIENCIA se ha acabado. En ese momento, solo queda la satisfacción de haber cumplido, más que de sobra, con las expectativas.

Es cuando solo se puede decir:
GRACIAS.

Después de este comentario tengo que ponerle nota a la cuestión en sí, con la dificultad que ello requiere. Por ejemplo, ¿al entorno? El entorno vale 0, pero claro ¿cómo le vas a dar 0 si sabes que eso condiciona la nota global?.
En cuanto al servicio del vino, quiero valorar que pedí una botella de blanco de Gewürztraminer y uno de Riesling y no había.
En cuanto a la comida y a la relación calidad precio no hay discusión. Sobre todo en cuanto a la relación calidad precio: ¡¡NO HAY DISCUSIÓN!!

Quiero volver, a ver qué se siente.

  1. #1

    Gomez

    Precioso comentario Diego.Se nota que viviste una gran experiencia.Fíjate,yo tanto oír las maravillas de este sitio y todavía no he tenido el momento de escaparme.Este año eso debe cambiar si o si.
    Un saludo.

  2. #2

    EuSaenz

    en respuesta a Gomez
    Ver mensaje de Gomez

    Cuando volvamos a visitar al amigo Ismael Gozalo te aviso y luego comemos allí, solemos llevar siempre alguna buena botella. Un sitio imprescindible.

    Saludos,
    Eugenio.

  3. #3

    Gomez

    en respuesta a EuSaenz
    Ver mensaje de EuSaenz

    Pues con quien mejor que vosotros y liar una buena por allí.
    Saludos.

  4. #4

    Abreunvinito

    Esa experiencia de llevar a alguien a un sitio que no entrarían al pasar por la puerta y luego salir diciendo, "hay que volver".... no tiene precio.
    A mi me pasó con un grupo amplio en Dom Vinos en Málaga. Los que llegaron en el primer taxi le decian al chofer que se habia equivocado y no querían ni bajra del taxi.
    Saludos

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