Tapeo clásico bien ejecutado

Bar ubicado en una esquina de la recién remodelada plaza de Santo Domingo. El local es de forma rectangular, dispone de una gran barra en forma de “L” y el resto del local es comedor. Las sillas no son demasiado cómodas. Está correctamente climatizado (lo que se agradece muy mucho en esta época del año). El servicio, atendido por tres personas, es joven, simpático y dispuesto.

La oferta básica se centra en el tapeo y ofrecen todas sus elaboraciones en el formato ración o en media ración. Las tapas son de repertorio clásico, bien elaboradas y realizadas con buena materia prima. La carta está escrita en valenciano, castellano e inglés.

En cuanto al vino, no tomamos, por lo que no puedo opinar.

Tomamos el aperitivo con varias cañas de barril, por cierto muy buena la cerveza, algo más densa que la habitual “pilsen” de la mayoría de los bares en España (lo siento pero no me fije de que marca era), y medias raciones de croquetas de bacalao, bastante buenas (yo diría que caseras) y de calamar a la andaluza (buena textura y fritura perfecta).

Muy recomendable, he ido en varias ocasiones, siempre de tapeo y se puede cenar muy bien por menos de quince euros por persona. En esta ocasión la cuenta ascendió a 6.58 euros por persona.