Sencillamente delicioso

Siempre que puedo viajar fuera de España, intento que sea a Italia, y si ya he conseguido este propósito, a veces defiendo la opción de Roma. Si me he salido con la mía, entonces lo tengo muy fácil para comer o cenar en Piperno, si hace bueno en su preciosa terraza, o si la temperatura no acompaña, en uno de sus trasnochados salones años sesenta.
Quien vaya a este restaurante que no espere ni gente guapa, ni comida revolucionaria, ni una decoración chic. Lo que se encontrará nada más traspasar la puerta es con una pareja entrada en años y carnes, que son los dueños, dirigiendo con mano firme este negocio que lleva abierto desde 1860. Un mueble acristalado que hace las veces de separación entre el recibidor y los salones, expone las materias primas y alguno de los postres que podremos pedir.
La decoración como ya he comentado es decadente, sesentil, con las paredes pintadas en verde, las mesas juntas, las sillas de madera cochambrosa y en las paredes unos inclasificables cuadros con motivos gastronómicos. Otra cosa es el servicio, compuesto por un equipo nativo de camareros con una media de edad alta y con una profesionalidad a sus espaldas fuera de toda duda.
¿Para comer? Imposible recomendar sólo un plato porque aquí es todo bueno y auténtico: las mejores alcachofas a la romana, fritas con un poco de miel, bacalao rebozado, pastas de todo tipo preparadas con salsas e ingredientes llenos de sabor, ossobuco, verduras del día, pescados frescos... y de postre tarta de queso, de frutas, tiramisú o panna cotta, todo muy clásico.
La carta de vinos es completa, con predominio de vinos toscanos y piamonteses y con alguna vertical de calidad.
Hay cosas en la vida que ponen de buen humor, y para mí comer en Piperno es una de ellas.

  1. #1

    EuSaenz

    Qué bien te lo montas, compañero. Una cosa, siempre he escuchado que uno de los problemas con respecto al vino en los restaurantes italianos es la temperatura de servicio del mismo, por lo general muy elevada (la famosa temperatura ambiente) y en especial en los tintos. ¿Es cierto?

    Saludos,
    Eugenio.

  2. #2

    Gondorff

    en respuesta a EuSaenz
    Ver mensaje de EuSaenz

    Sí, tienen problema con las temperaturas y con el tamaño de las copas, aunque ya están mejorando en bastantes establecimientos. De todas formas, nada que ver con París, ciudad que para mí se lleva la palma en cuanto a cristalerías ridículas y temperatura muchas veces elevada de los vinos.
    Un abrazo

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