<em>A tus atardeceres rojos se acostrumbraron mis ojos como el rocodo al

A tus atardeceres rojos se acostrumbraron mis ojos como el rocodo al camino...
Soy cantor, soy embustero, me gusta el juego y el vino, tengo alma de marinero...
Estas palabras escribas por Joan Manuel Serrat dan pie a la tarjeta presentación de este restaurante.
A lo dicho por mi amiga MarMálaga de lo cual estoy de acuerdo, añado como impresiones.
Cocina tremendamente cuidada con elevados toques de autor, alejados del minimalismo emplatado, donde prevalece por encima de todo la materia prima. El menú degustación un éxito (3 entradas, una carne -presa ibérica-, un pescado -salmón salvaje- y 2 postres", el servicio atentísimo, el tiempo de espera entre platos sensacional.
El vino -el pero- buena bodega -la carta en presentación no está a la altura-, buenas referencias algunas de buen precio y otras -las de siempre- desorbitadas, ¿que ocurrió para poner pero? que tras pedir 7 sí siete vinos y no tener ninguno, y responderme ¡ es que pide usted unos vinos de pocas existencias ! respondí -los que vienen en la carta, pues mie sugerieron fuera directo a su bodega y escogiera yo mismo, todo esto con el 2º plato en mesa. Mi elección Mas borrás 2001 con una pinot noir muy buen tratada, el servicio de copas bueno -con copas distintas dependiendo del vino- la cuenta ... 128€ la pareja. En fin altamente recomendable.