El gusto (Dastamena) es nuestro

El Alameda se convirtió en nuestro restaurante favorito desde nuestra primera visita por separado, allá por el 2010. Esta segunda visita, ya casados, ha confirmado nuestras sensaciones y las ha reafirmado más si cabe.

Una temperatura ideal nos ha permitido tomar el menú degustación y su correspondiente maridaje de vinos en la terraza, sitio que mira directamente a la Ermita de Guadalupe (la patrona de la ciudad), y que amplifica el placer de la comida. La espera (los días de buen tiempo escasean en Hondarribia) merece la pena.

Un servicio muy joven ha suplido su falta de experiencia con simpatía y profesionalidad, bien secundados por la jefa de sala, atenta en todo momento a nuestra comodidad a lo largo de las dos horas y media que ha durado el servicio. Bien es cierto que hemos disfrutado de él casi en exclusividad, ya que tres han sido las mesas servidas (Miércoles de mediados de Octubre, fechas difíciles, más con la que está cayendo).

Respecto al menú, hay que decir que se hace largo incluso para los estómagos con fondo como el de un servidor. De hecho, los propios camareros nos han ofrecido algún periodo de descanso entre los entrantes y los platos principales. Aconsejamos un desayuno frugal si se quiere probar la totalidad del menú (nosotros lo hemos hecho, pero sin comer nada hasta el día siguiente).

Vamos con el análisis de los vinos y los platos:

Champagne Deutz Brut Classic (Pinot Noir, Pinot Meunier y Chardonnay): Acertada opción para el aperitivo y la trucha. Magnífico champagne de burbuja suave, idóneo para los no iniciados en los espumosos como es mi caso.

Aperitivo de la casa - Crema de Calabaza con hinojo: Deliciosa, con un suave sabor a naranja y un punto dulce, acompañada del picatoste de rigor. Muy buen arranque.

Trucha de Banka ahumada, brotes, especias y queso Idiazábal: El plato más flojo del menú. La trucha asalmonada muy suave, apenas se nota el ahumado, acompañada de una espuma de Idiazábal que se asemeja a una salsa de yoghourt sin queso. Ambos combinan bien, pero los granos de pimienta roja añadidos predominan y se imponen al pescado y la salsa. Creo que la ausencia de este entrante en el menú sumaría en lugar de restar.

Generoso Cream Solera 1847 (Palomino fino, Pedro Ximénez): Grata sorpresa con los dos primeros vinos, ya que tampoco soy entusiasta de los vinos de Jerez, pero este vino dulce estaba espectacular, con un intenso sabor a café, y le iba de fábula al foie como contrapunto de sabor.

Ensalada de Foie a la sartén, lentejas y brotes de mostaza: Aunque los brotes dificultan el bocado, aligeran el potente sabor del foie y las lentejas, ambos en su punto perfecto de plancha y cocción respectivamente. Muy buena idea el incluir daditos de manzana ácida como contraste de textura y sabor. Impresionante

Finca Montepedroso Verdejo 2011: Muy bien en nariz (plátano, melocotón, bollería), pero en boca apenas tiene persistencia. Flojo para aguantar la embestida de las setas y la papada.

Ravioli de Vieira con setas de temporada y espárragos trigueros: Fantástico mar y montaña con el delicado ravioli de vieira y las xixas de potente sabor, los trigueros tersos en su punto, la salsa de trigueros insípida. A pesar de ello, en conjunto muy buen plato.

Butakaku Glaseado con algas, manzana asada y frutos secos: El plato estrella que por sí solo justifica una visita al restaurante. Es como comerse un plato de cocido de 2 cucharadas. Una papada de cerdo cocinada a baja temperatura con una salsa agridulce de soja y taquitos de manzana (¿reineta?) Aquí un tinto jóven (maceración carbónica p.ej) iría de fábula.

Erre Punto Blanco 2011 FB (Viura y Malvasía): Gran elección para el pescado, vino de delicado aroma, con cuerpo y persistencia que combina de vicio con el mero.

Mero asado con caldo meloso de algas y cítricos: En nuestro caso, el caldo era de gambas y una espuma de algas. Producto de extraordinaria calidad bien secundado por dos extremos sápidos: espuma fresca y caldo intenso.

Finca Valpiedra Rv. 2007 (Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Mazuelo y Graciano): Potencia controlada son las dos palabras que mejor definen a este vino, sedoso en boca pero con mucho sabor y persistencia. Otro acierto en el maridaje.

Pichón asado con tosta de sus higaditos y mole negro: Carne en su punto, paté de higaditos muy logrado, exquisita decoración y acompañamiento con avellanas troceadas. ¿El sabor? Para quien le guste la caza, muy bueno. Yo hubiese disfrutado más con el cordero, pero hay que probar nuevos sabores. Lo mejor, el mole negro de membrillo y cacao, delicioso.

Chivite Colección 125 Vendimia Tardía 2008 (Moscatel de grano menudo): A la altura de los mejores Sauternes. Impecable vino dulce.

Ensalada de frutas caramelizadas con sopa de melón y menta: Trozos de piña, fresa y frambuesa, acompañadas por un helado de nata y galleta crujiente, y refrescado el conjunto por la menta. Adictivo, si no fuera porque aquí el estómago está casi al límite.

Helado de Queso fresco, naranja amarga y cramble: Uno de los mejores helados de queso que he probado, suave y con un punto de acidez, acompañado por la galleta desmigada. Para mi gusto, sobra la naranja amarga.

Café y dulces: Por si no fuera poco lo anterior, invitación de la casa con un vasito de café y chocolate cremoso, chocolate con almendras a la naranja y un mazapán para llorar.

Nosotros disfrutamos de este festín gratis, lo cual es doblemente satisfactorio. Para el resto, 122€/pax IVA incl. Por cierto, los precios no incluyen el IVA, como exige la Ley 44/2006, algo a subsanar inmediatamente. Por lo demás, tiene justificada con creces su Estrella Michelin.

Un restaurante que debería ser visita obligada, al menos cada año.

  1. #1

    oscar4435

    Bienvenido , interesante relato , lo tengo en el punto de mira , desde que vi a uno de los dueños con david de jorge , ademas creo que es el ultimo estrellado que me queda por conocer en la zona , la pereza que tengo que organizarme , para quedarme ya a dormir y después de ver el maridaje mas , pero que si lo tengo enfilado y después de tu relato mas.

  2. #2

    Gastiola

    Excelente comentario y excelente homenaje. Uno de los pueblos más bonitos de Euskal Herria de indispensable visita y además ya con esta "golosina" pues más atractivo aún. La pena es que me pilla un tanto lejos pero no es mala opción para un día de verano.
    Un saludo y bienvenido.

  3. #3

    Tantra84

    Además de ser el pueblo más bonito de Gipuzkoa (sé que al ser oriundo del mismo no soy totalmente objetivo), en un arco de 50 km hay innumerables atractivos: Donostia, Pasai-Donibane, Getaria, Biarritz, Saint-Jean de Luz, el tren de cremallera de la-Rhune, las cuevas de Urdax, el Señorío de Bertiz, la finca de Artikutza...

    El restaurante y la zona bien merecen una visita, me alegro de que os resulte de utilidad. Un saludo.

  4. #4

    Joaquin1965

    Muy bien!! Bienvenido también a esta sección y ojalá haya más comentarios así.

    Un saludo.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar