Bar cafetería de gerencia familiar. Decoración cuidada de estilo moderno. Su acertada distribución permite dos ambientes (barra y pequeño comedor) y recónditas zonas de tapeo.

No es un restaurante, ni siquiera su oferta culinaria es muy extensa. Oferta cinco tapas fijas y otras tantas que van variando diariamente de corte y elaboración sencilla y que sirven gratis (a elección del cliente) junto con la bebida solicitada, por lo que con dos botellines de cerveza (1/5) a 1.20 euros y tres vinos, de media a 1.80 euros, puedes salir más que cenado.

La oferta de vinos se centra en los más cercanos, sencillos mencías, godello, albariños, un par de Riojas (en Galicia Rioja tira mucho) y algún Ribera del Duero. En conjunto tendrá unas diez referencias por copas. La cristalería es aceptable en cuanto forma y grosor y la temperatura bastante adecuada.

Cuando visito Sarria, suelo cenar a base de tapeo, con la finalidad de compensar las copiosas comidas y por el módico precio de seis o siete euros salgo más que cenado, aunque en ocasiones, después de cinco tapas, alguna de ellas de tamaño considerable, ni siquiera compenso el atracón del mediodía.