Gran Comida

Estuve el pasado viernes 20 de noviembre en este restaurante por primera vez con un amigo para degustar el menú degustación de "Valencia Cuina Oberta".
La decoración del restaurante es espectacular. Se trata de un amplio espacio dividido en varias salas con una decoración elegante, moderna y minimalista, donde destaca la excelente iluminación natural que le entra por una amplia claraboya de cristal que hay en el techo de el salón en el que estábamos, así como lo bien vestidas que están las mesas en cuanto a mantelería (manteles y servilletas de tela, como debe ser), cubertería, juego de copas y vajilla. A destacar por encima de todo de su decoración y por lo que resulta un restaurante único y singular en Valencia, y con un encanto especial, los lienzos de la muralla árabe medieval que rodeaban la Valencia de la época y que se pueden contemplar ya que decoran algunas de las paredes de sus salones. Otra cosa que me gustó mucho fue la buena separación entre las mesas, evitando así la molesta sensación de que tus vecinos de mesa estén oyendo toda tu conversación como por desgracia sucede en demasiados restaurantes hoy en día.
Respecto al servicio, en todo momento fue de lo mas profesional y amable, sirviendo el vino de la forma adecuada, cambiando los platos y la cubertería con cada pase del menú (aunque no hubieran sido utilizados) y presentando y explicando adecuadamente cada plato que dejaban en la mesa.
Bueno vamos ya con la comida degustada. Este fue el menú propuesto:
Entrantes
Aperitivos del Chef
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-Aceituna gordal rellena de crema de boquerón.
-Chupito de mejillón tigre con brunoise de pimiento. Exquisito aperitivo presentado en vasito de chupito y ligeramente templado.
-Croqueta de bacalao. Se trataba de una pequeña croqueta de bacalao que aunque pequeña en tamaño, probablemente sea la mejor croqueta de bacalao que he probado nunca tanto en sabor como en textura, presentando en su interior una cremosidad maravillosa. Estos tres aperitivos venían presentados de forma elegante en una bandeja alargada colocada al centro.

Entrantes
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-Lasaña fría de centollo con mahonesa cítrica. Espectacular entrante individual en forma de pastel de color verde gracias a los diferentes vegetales que llevaba y de un sabor inmejorable.

-Huevo asado con migas y panceta ibérica. Muy rico aunque no dejaba de ser un huevo con su yema dejada caer sobre un fondo donde estaban las migas y trocitos de panceta ibérica. Al mezclarlo todo daba como resultado una especie de revuelto que te incitaba a comer pan.

* Plato principal

-Rossejat de presa ibérica, trompetas de la muerte y foie. Riquísimo plato principal. Era una fideuá de fideo fino, con el perfecto punto de cocción de los fideos y demás ingredientes y con el maravilloso sabor y cremosidad que le aportaban las setas, la presa ibérica y el foie. El típico plato de los que te comerías tres seguidos sin despeinarte. Ciertamente espectacular.

* Postres

-Bloody Mary. Para mi el peor de todos los platos del menú. Se trataba de una reinterpretación muy arriesgada, a juzgar por el resultado, del famoso coctel "Bloody Mary" para convertirlo en un postre en forma de copa de helado. La verdad es que el granizado de tomate resultante y su combinación con el helado de menta (?)no me convenció nada y, a juzgar por como se llevaban las copas del resto de mesas casi enteras los camareros, parece ser que al resto de comensales tampoco gustó mucho dicho plato.

-Homenaje a los cítricos. Este, en cambio, si me gustó y doy gracias a Dios de que lo trajeran en segundo lugar para quitarnos el raro sabor que el Bloody Mary nos dejó en le paladar. Se trataba de una base de bizcocho muy rica sobre la que descansaban dos bolas de helado casero de naranja y limón. Buena combinación de la cremosidad del helado (con muy buen sabor) y la sequedad del bizcocho. La verdad es que fue un buen broche final para tan magnifica comida.
En cuanto a las bebidas tomamos un agua, que por cierto me encantó por la belleza de su envase de cristal de diseño (era una marca que venia de Noruega nada menos) y un vino blanco de Utiel-Requena monovarietal de Chardonnay que para su humilde precio (15 euros) cumplió muy bien con su papel.
En definitiva se trata de un restaurante precioso situado en una de las zonas con mayor encanto de Valencia, el barrio de la Seu- Xerea, ideal para una cena romántica con la pareja y donde se come fenomenal.

Recomendado por 3 usuarios
  1. #1

    JaviValencia

    Tus vecinos de mesa escuchar vuestra conversación o vosotros la suya ;-)

    Vi el menú y hacia buena pinta. Yo como mucho he ido a tomar un vino a la parte de arriba y he visto que el local está muy chulo.

    Enhorabuena por el disfrute y la buena crónica!!!

    Un cordial saludo

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