Debido a que pasé muy mal día pensamos en anular la reserva... pero no lo hicimos y el "esfuerzo" mereció la pena. El restaurante ocupa la primera planta del café Quadri, en las Procuratie Vecchie, con vistas la plaza San Marco. Para acceder al restaurante hay que subir a través de unos pasillos algo liados. La sala es una maravilla, con dos cuerpos y dos niveles, ofrece una panorámica magnífica de la no menos fantástica plaza. La cena con estas vistas es un auténtico lujo por si misma. Mesas desahogadas, grandes para dos personas, con buena separación, y bien vestidas, destacando los vasos en cristal de murano, originales y elegantes. Las paredes forradas en burdeos, el techo con vigas de madera con detalles en dorado y la iluminación escasa pero más que suficiente ofrecen un ambiente cálido, elegante, mágico... Nos sentamos, el local medio lleno, y uno de los dos sumilleres (ataviados con un delantal de cuero marrón) nos ofrece un aperitivo de una pantalla (muy Monvínic), nos sugiere una copa de Franciacorta (14 € c/u) que aceptamos, mientras elegimos la comida. Nos decantamos por la carta (ya veníamos con esta idea, debido a mi malestar durante el día, aunque a estas alturas se me han pasado todos los males...). De primeros un plato llamado "Primavera" compuesto por verduras y crema de zanahoria; un plato suave y delicioso (40 €), y unos espárragos verdes y blancos, huevo escalfado y crema de espárragos (40 €), muy bueno también. De segundos unos ravioli de burrata (45 €) y unas costillas de cordero lechal (60 €), excelentes ambos. Para beber le pedimos al sumiller que nos maridara los platos con vinos italiano a su elección. El servicio del vino otra maravilla. En una mesa auxiliar envinaba las copas mientras nos explicaba cada uno de los vinos, las uvas, el porqué había escogido ese vino... y respondía a nuestras preguntas. Para los primeros dos blancos, una copa de Sauvignon "Lahn" del 2009 (10 €) y otra de "Lis" del 2006 (11 €), y para los segundos un Verdicchio "Villa Bucci" del 2006 (18 €) y un Sangiovese "Solare" del 99 (20 €). Para axcompañar al postre dos copas de Ben Rye (9 € c/u); una cassata di mango y una crostatina di frutta (24 € c/u) que nos encantaron. Para terminar dos mentas con los petit fours (7 € c/u).
No puntuaré la relación calidad/precio, ya que a partir de ciertas cantidades me parece que esta se vuelve muy subjetiva y de difícil valoración. Por ejemplo, 7 € por una infusión... pero, ¿y San Marco?