Acudimos a comer un domingo, a última hora y por recomendación de un amigo que había estado hace poco. Está en Mislata, en una zona relativamente nueva y no es imposible aparcar.

El local en sí tiene dos espacios, uno abajo con una barra y otra arriba, estuvimos en la zona de abajo. La decoración es lo que llamo "castellano falso", ladrillo visto (falso) en las paredes, lamparas de araña de hierro forjado y bombillas incandescentes... mencion especial el pomo de la puerta - una pata de cerdo. Vamos, es lo que te transmite tus primeras sensaciones y lo que menos me gustó con diferencia, una cosa que urgentemente necesitan mejorar/cambiar y no pega nada con lo que claramente intentan hacer allí. Dicho todo esto el espacio y diseño del local no está nada mal, pero no lo veo ni bien decorado ni bien aprovechado.

En cuanto a la comida, pedimo el menú de tapas, que sale a €20 por persona. Fue básicamente lo que aparece en la crítica anterior, a resaltar los snacks del principio, buenísimos; el canelón de pollo, y la torrija (con un helado de vainilla estupendo), excelentes. La qué menos, coincido con Tirante, el gel de brocolí con berberechos. Tengo entendido que cambian el menú con algo de frecuencia. Platos en general elaborados y sorprendentes, sobre todo para Mislata. Quedamos tambien muy satisfechos en cuanto a cantidad.

En cuanto al vino, solo pedimos dos copas (el miracle blanco y les alcusses tinto - agradable seleccion ya que solo pedí "una copa de blanco/tinto), guardan los vinos en una nevera para tal fin, que (desgraciadamente) ya es decir algo. Carta no muy amplia, con precios contenidos, les faltan mas referencias de todo, sobre todo en cuanto a vinos dulces y blancos.

Cambios de plato y cubertería despues de cada tapa. Me gustaron mucho los pequeños detalles: el pan, riquísimo y el aceite que lo acompañó tambien; los mini macarrones con el café; la hamburgesita en su cajita. El servicio en general amable, con algún despite pero se les nota con muchas ganas de agradar y seguro que con el tiempo mejoran

Creo que aspiran a mucho mas, y que lo conseguirán con el tiempo - lo peor el local en sí, pero todo lo demás (servicio, RCP, comida) es bastante recomendable.

Día entre semana, ¿donde comemos?
Tras preguntar a un cocinero de estrella michelin que teníamos a mano por un sitio honesto pero divertido para comer nos recomendó ir a l'Espai.
Gran consejo, menu de tapas por 20€ (también disponen de menú ejecutivo por 15€)

Entrantes, y luego una sucesión de tapas de cocina de mucho nivel y muy bien preparadas.
-Royal de Brocoli con berberechos (la que menos gustó)
-Mini hamburguesa de sepia: nada nuevo pero perfecta en elaboración, y con su cajita y todo.
-Huevo a baja temperatura con manitas y trigo tiempo. Una manera distinta de servir el muy manido huevo a baja temperatura. Genial.
-Calamar de playa con esparragos, tirabeques y espuma de tinta. Perfecto en elaboración y muy muy bueno.
-Canelón de pollo de corral. otra tapa excelente.
-De postre torrija. Ojo!, no estamos hablando de la típica torrija. Buena.

Bebimos una botella de Louro do Bolo, en blanco no había demasiada opción más.
La carta de vinos escasa, pero eso es normal en esta época que no permite tener grandes inventarios. Mejor tintos que blancos.

Por cierto, los panes de Francisco Roig, y el aceite del Espadan.

Espero que lo disfrutéis.