Asistí a una boda que se celebró en esta masía. No podría haber ido más mal, fué un auténtico desastre. Se equivocaron en algunos menús, para traernos un plato en medio del banquete tuvimos que esperar más de 1 hora. Nos negaron el poder tomar un refresco diciendo que solo era para los niños y los niños solo tomaron 1 solo refresco, por lo que les dijimos que los 16 restantes lo repartieran entre las mesas porque estaban pagados. Los camarermos iban de culo y de muy mal humor y muy malas maneras, sobretodo con los niños que les molestaban al entregar los platos, son niños... Pero la culpa de todo la tiene la dueña de la masía, ese mismo día habían 3 bodas a la vez y los mismos camareros tenían que atender las 3 bodas. La masía estaba como para que pasara Sanidad y se la cerraran, hormigas muertas en el pastel nupcial, baño con un olor que era imposible ni acercarse a él, muy muy sucio, superaba a los baños de los trenes de cercanias, con eso lo digo todo. Y muchas cucarachas vivas y muertas a sus anchas por toda la masía.
La comida no era tampoco nada del otro mundo pese a su precio, ni el aperitivo ni la cena. No pagaría tal cantidad de cubiertos por lo que nos pusieron.

Su dueña esta cobrando las bodas a un precio muchísimo más superior al que se merece por los servicios y la higiene que presta. No volvería aqui ni regalado, ni para una boda, un bautizo, una comunión ni para una simple comida o cena. No le doy menos de una estrella porque no puedo, pero no se merece ninguna. Espero que recapacite y cambie aunque, conociéndola, lo dudo. Prefiere el dinero y explotar a sus trabajadores que lo bien que puedan ir las ceremonias o veladas. No lo recomiendo en absoluto. Huid aunque os hiciera la ceremonia casi gratis (cosa que dudo).