Siempre con ganas de volver

Era nuestro último día en tierras asturianas. Se levantó el día lluvioso, nublado, como si quisiera ponérnoslo más fácil a la hora de recoger todo y emprender nuestro viaje de vuelta.
Hacer las maletas y despedirnos de los amigos nos llevó hasta casi las 15.00 y entonces nos surgió la idea de ponernos en marcha y comer por el camino no muy lejos de allí… Inmediatamente nuestras opciones se centraron en Casa Cofiño o La Torruca (¿A quien quieres más a mamá o a papá?) Y entonces nos acordamos de ese extraño sistema de reservas que tiene Casa Cofiño y probamos a llamar a la Torruca. Reservamos mesa par dos adultos y un niño a las 15.30, avisándonos que sólo tendríamos mesa dentro ( cosa que no nos importó al estar lloviendo cuando llegamos).
Lo intempestivo de la hora y el tener que reanudar el viaje inmediatamente después de comer, evitó que nos pidiéramos el menú degustación ( a la tercera irá la vencida, supongo).

Bien, llegamos a las 15.40, y pretendimos no alargarnos en nuestras elecciones para intentar facilitar las cosas.
Después de acomodarnos y de probar unos panecillos con un buen aceite de arbequina cinco valles de La Rioja y sal en escamas, solicitamos que en la medida de lo posible adelantaran la comida del niño que fueron unas carrilleras de ibérico con salsa de vino tinto y patatas fritas. Tuvimos ocasión de probarlas y constatar que estaban muy buenas. Cosa que comprobamos a tenor de como dejó el plato el enano.

Para nosotros consistió en :

- Verduras salteadas con pulpo
-Ravioli de pollo de corral
- Dos tartares de bonito con guacamole y mayonesa de wasabi

Las verduras estaban servidas con un poco de caldo de cocción. Hechas al dente, llevaban soja, dándole ese toque oriental similar al wok. Por encima llevaban unos trozos de pulpo, que en esta ocasión pecaba de estar algo más duro de lo deseable.

Los raviolis se presentaban con una salsa tipo guiso sobre una crema ligera de patatas. Con un sabor perfectamente reconocible a esos guisos de largos tiempos de cocción. La patata aportaba la consistencia y cremosidad necesaria para conseguir la máxima expresión del resto de ingredientes.
Los tartares fueron pedidos con un tono picante, de un bonito que por si solo ya nos anunciaba que estamos en plena temporada. Fresco, bien aliñado. Escoltados por las salsas que volvimos a repetir en dos cuenquitos separados del resto del plato. Para esta ocasión se acompañó con unas rebanadas de pan tostado.

Elegimos para acompañar la comida un Chablis, Bouchard Pere & Fils 2011 servido a temperatura perfecta con camisa enfriadora para mantener.

Terminamos con un Tiramisú servido a capas en un vaso. Gran sabor y textura muy cremosa y con dos magníficos cafés servidos exactamente al punto pedido.

El total de la cuenta ascendió a 113.30€.

Servicio atento, cálido y haciéndote sentir muy cómodo.

Hasta la próxima, que esperamos sea a no mucho tardar.

PD// En el precio por persona, para ajustarlo a la realidad, hemos descontado lo que comió el niño que fueron exclusivamente las carrilleras.

  1. #1

    Kintiman

    Tenéis que visitarlo con mas tiempo y así poder probar un menú mucho mas extenso y ver de lo que es capaz Gustavo.
    Lo de las reservas en Cofiño no se muy bien a que te refieres, yo siempre he llamado sin mayor problema.
    Un abrazo.

  2. #2

    Nowhereman

    en respuesta a Kintiman
    Ver mensaje de Kintiman

    Lo de visitarlo con más tiempo es algo que hay que hacer sin más remedio. Y si pudiéramos coincidir con vosotros, todavía mejor. ;-)

    En cuanto a lo de Cofiño y tratándose de un sábado de agosto, no es fácil que llamando a las 14:45 nos dieran mesa a las 15:30 para el mismo día. Mis experiencias anteriores, me llevaban a que te preguntan (suponiendo que haya mesa) en que turno quieres si a las 13:30 ó a las 15:30. El tener que desviarnos para llegar a Caviedes viniendo de Llanes hubiera supuesto llegar tarde.

    Me imagino que fuera de la temporada veraniega todo el rollo ese de los turnos se relaje un poco y no haya ningún problema para reservar.

    Saludos cordiales

  3. #3

    Kintiman

    en respuesta a Nowhereman
    Ver mensaje de Nowhereman

    Pues nada, cuando vuelvas por la zona avisa ;-)
    Lo de Cofiño tiene usted toda la razón, para comer en fin de semana, tienes que llamar con tres o cuatro días de antelación fijo, de hecho, creo que nunca he comido en fin de semana, jajaja.
    Un abrazo.

  4. #4

    Hambrebuena

    No te hacía yo por esos lares.

    Me alegro del disfute. Y más en el norte que rodeado de tanto verde todo sabe mejor.

    Yo también volveré algún día...

    Saludos Nowhere!

  5. #5

    Nowhereman

    en respuesta a Hambrebuena
    Ver mensaje de Hambrebuena

    Hola Ada!, Como bien dices... "hacía por esos lares". Fueron unos días y ya parece que hiciera meses.

    Suelo ir por allí con alguna frecuencia. A ver si puedo repetir en septiembre.

    Saludos cordiales.

  6. #6

    Bouquet55

    Hola jajajajaja casi coincidimos estuve ayer comiendo allí.
    Tienes que probar la cocina de Gustavo en todo su esplendor.
    Seguro no te arrepentirás. Enhorabuena por el disfrute.
    Saludos

  7. #7

    Nowhereman

    en respuesta a Bouquet55
    Ver mensaje de Bouquet55

    A ver si en breve, podemos resarcinos definitivamente.

    Saludos

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